lunes, 15 de diciembre de 2014

Nota en Radio Mitre

Estuvimos conversando con motivo de la "Antología del Management Latinoamericano.  20 voces que cambiaron el mundo del Management, Marketing, Mentoring, RRHH y Project Manager", en Radio Mitre de Salta.

Aquí el audio.  Gracias, Milagro.





Cariños.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Follow your heart

Y la Nona me lo volvió a contar (ya me lo había contado varias veces):
"Mija, cuando estaba trabajando y pasaba alguien pidiendo comida, yo no sabía qué hacer, porque la comida que había ahí no era mía.  Entonces le pregunté a la Señora qué era lo que tenía que hacer y ella me contestó: -Emma, haga lo que su corazón le dice.  Si quiere darle, hágalo.  Si no quiere, no".

Con tanto ruido, tanto "deber ser" y "tenés que ser así","esto está bien, aquello está mal".
Con tanto pito y tanto bombo no podemos escuchar esa voz que nos habla despacio... en calma.



En definitiva, un escritor (y cualquier artista) hace eso: mantiene una conversación con su corazón que está ahí, tocando la puerta.

Cariños.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Presentación del libro "Mujeres que ven" de Gladys Benaim



El jueves 6 de noviembre, Gladys Benaim, Coach y escritora, presentó su libro en Palermo, Capital Federal.
Acompañé a Gladys en la creación, edición y corrección de estilo.   Y por supuesto, la acompañé en su presentación.  Además escribí el prólogo, que dice así:


Mujeres que ven” nos brinda la fantástica oportunidad de comenzar a mirarnos.  Las mujeres solemos pasar frente a un espejo para probarnos ropa, maquillarnos o peinarnos un poco.   Pero,  ¿Cómo es que nos vemos?  ¿Cómo es esa mirada?  

Gladys Benaim te llama y cuando vas a su encuentro te anima a que atravieses el espejo y cales hondo.  Te invita a superar la visión superficial tejiendo una suerte de pasaje que enlaza en un extremo el espejo, y en la otra punta, tu esencia.  Te incita, además, a quitar lo anticuado.  Provoca re-decorar el espíritu, refrescar tus memorias.  Y soñar.

Como en una cita a ciegas  ̶ siempre hay alguien que te da una única recomendación ̶  esta vez te sugiero: leelo en apertura.  Me refiero al corazón abierto, los brazos abiertos.   Claro, leyendo y sosteniendo el libro con los brazos expandidos.  Que funcionen como un portal para que lo nuevo ingrese y lo que quieras, salga.  A lo que me refiero: no hay magia sin predisposición, a lo que le sigue que una mujer no se mira sin predisponerse frente a un espejo, entonces, sin espejo no hay magia.  Sólo que por esta vez ni siquiera necesites un espejo, “sos vos con vos”, dijo la autora. 

Una mujer abierta acepta el riesgo de encontrarse con algo que podría no gustarle, está dispuesta a re-plantearse.  En esa osadía, quizás, encuentre lo que no conoce o se reúna con su deseo íntimo. 

Una mujer que ve, también se ve agradeciendo todo lo bueno que tiene en su vida, en el arte, en el amor.  Se descubre por ahí, en cualquier vidriera o en los ojos de otro, mirándose el alma.
                                                                                                              
                                                                                                                    
                                                                                              Ana María I. Maidana
                                                                                        Coach Ontológico y Escritora



El libro está colmado de pinturas de Mariel Benaim.  Rostros de mujeres.  Todas estamos retratadas.  Todas estamos llamadas a leerlo.

Gladys Benaim y Mariel Benaim
 


























Gracias Gladys.  Ahora brindamos por las mujeres que se levantan y se animan a ver.
Vamos por más.

Cariños.

viernes, 10 de octubre de 2014

Los sueños de Quevedo

El que está ahora en mi bolso: "Los Sueños" de Quevedo.




Una dedicatoria atípica:


A NINGUNA PERSONA DE TODAS CUANTAS DIOS CRIÓ EN EL MUNDO

Habiendo considerado que todos dedican sus libros con dos fines, que pocas veces se apartan: el uno, de que la tal persona ayude para la impresión con su bendita limosna; el otro, de que ampare la obra de los murmuradores; y considerando (por haber sido yo murmurador muchos años) que esto no sirve sino de tener dos de quien murmurar: el necio, que se persuade que hay autoridad de que los maldicientes hagan caso, y del presumido, que paga con su dinero esta lisonja, me he determinado a escribirle a trochimoche, y a dedicarle a tontas y a locas, y suceda lo que sucediere.   Quien lo compra y murmura, primero hace burla de sí, que gastó mal el dinero, que del autor, que se lo hizo gastar mal.  Y digan y hagan lo que quisieren  los Mecenas, que, como nunca los he visto andar a cachetes con los murmuradores sobre si dijo o no dijo, y los veo muy pacíficos de amparo, desmentidos de todas las calumnias que hacen a sus encomendados, sin acordarse del libro del duelo, más he querido atreverme que engañarme.  Hagan todos lo que quisieren de mi libro, pues yo he dicho lo que he querido de todos.  Adiós, Mecenas, que me despido de dedicatoria.
                                                                 
                                                                                                                               Yo. (Quevedo)


Don Francisco Gómez de Quevedo y Villegas nació en Madrid en 1580.  
Los Sueños son cinco textos satírico-morales donde a través del viaje por el infierno y la tierra, el narrador critica vicios, oficios y costumbres sociales de la época.

Como en una venganza anticipada, "Hagan todos lo que quisieren de mi libro, pues yo he dicho lo que he querido de todos", directo, despiadado, atrevido, nos adelanta su rebelde creatividad en la dedicatoria. Loco, ilimitado, viaja a través del tiempo para decirme que gasté mal mi dinero cuando compré su libro.

Veamos de qué se tratan sus sueños.

Cariños.


viernes, 3 de octubre de 2014

Nota Express 8: Mensajes del universo

Le hice mi pregunta al Universo: ¿Voy bien? ¿Qué me falta?
Y me dio este cartel:




La palabra elegancia viene de elegantía, preposición e, "ex, sacar", y el verbo legere, "cosechar, recoger".

Elegancia consiste en extraer lo mejor.  

De mí, dada la pregunta.

"Hay que tener mucha fuerza, 
tener mucha raza, 
tener muchas ganas siempre... 
quien trae en el cuerpo esa marca, 
María, María confunde dolor y alegría

Hay que tener mucha maña, 
tener mucha gracia, 
tener fantasía siempre...
quien tiene la piel marcada 
posee la extraña manía de creer en la vida"

María María, Sandra Mihanovich.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

"El pez en el agua" por Mario Vargas Llosa

Excelente adquisición: me tenté en una librería con ofertas y lo vi entre los clásicos de Mario.
Tengo una pila de trabajo y mucho para leer, pero lo leí a él... porque lo necesitaba, quería encontrarme con algo como esto:


Mi primer encuentro con el Salesiano y mis nuevos compañeros de clase no fue nada bueno.  Todos tenían uno o dos años más que yo, pero parecían aún más grandes porque decían palabrotas y hablaban de porquerías que nosotros, allá en La Salle, en Cochabamba, ni siquiera sabíamos que existían.  Yo regresaba todas las tardes a la casona de la prefectura, a darle mis quejas al tío Lucho, espantado de las lisuras que oía y furioso de que mis compañeros se burlaran de mi manera de hablar serrana y de mis dientes de conejo.  Pero poco a poco me fui haciendo de amigos -Manolo y Ricardo Artadi, el Borrao Garcés, el gordito Javier Silva, Chapirito Seminario-, gracias a los cuales fui adaptándome a las costumbres y a las gentes de esa ciudad, que dejaría una marca tan fuerte en mi vida.

A poco de entrar al colegio, los hermanos Artadi y Jorge Salmón, una tarde que nos bañábamos en las aguas ya en retirada del Piura -entonces, río de avenida- me revelaron el verdadero origen de los bebes y lo que significaba la palabrota impronunciable: cachar.  La revelación fue traumática, aunque estoy seguro, esta vez, de haber rumiado en silencio, sin ir a contárselo al tío Lucho, la repugnancia que sentía al imaginar a esos hombres animalizados, con los falos tiesos, montados sobre esas pobres mujeres que debían sufrir sus embestidas.  Que mi madre hubiera podido pasar por trance semejante para que yo viniera al mundo me llenaba de asco, y me hacía sentir que, saberlo, me había ensuciado y ensuciado mi relación con mi madre y ensuciado de algún modo la vida.  El mundo se me había vuelto sucio.  Las explicaciones del sacerdote que me confesaba, el único ser al que me atreví a consultar sobre este angustioso asunto, no debieron de tranquilizarme, pues el tema me atormentó días y noches y pasó mucho tiempo antes de que me resignara a aceptar que la vida era así, que hombres y mujeres hacían esas porquerías resumidas en el verbo cachar y que no había otra manera de que continuara la especie humana y de que hubiera podido nacer yo mismo.


El pez en el agua se trata de la niñez de Mario hasta su viaje a Europa, y por otro lado, su aventura política presentándose como candidato a presidente del Perú.  Dos épocas unidas por una pasión: el nacimiento de su vocación literaria y como recupera este entusiasmo en la madurez.  Todo esto entre anécdotas, personas que pasaron por su vida, recuerdos que sólo él nos puede narrar así, deliciosamente... recomiendo leerlo con un café con leche y un par de medialunas.




Cariños.


viernes, 19 de septiembre de 2014

Nota Express 7: Por el atajo

Paró el colectivo en la vereda de enfrente, en la bajada del puente que conecta aquel lado con este.
Ella bajó del colectivo con su hijito en brazos, un pequeño gurisito de menos de un año.  Estaba acomodado, serio, sentado en el antebrazo izquierdo de su madre.  Ella, petisa y ancha.

Caminaba cansada... paso a paso.

El peso se le venía de frente.  Resistiendo la gravedad, avanzaba... pesada.

En un brazo, el pequeño; en el otro, una bolsa blanca hasta el tope, con las manijas apretadas.  Hizo veinte pasos lentos y ya estaba sobre un atajo por el campito, ese que sube hasta el puente.  Miró ambos lados, apoyó su wawa en el pasto.  Sacó de su bolsa blanca un hermoso aguayo que extendió en el piso.  Subió a su wawita al arco iris y con un movimiento preciso lo colocó en su espalda.  Ató la manta a la altura del pecho.  El pequeño carajito, envuelto, se acomodó en silencio.



Toma su bolsa blanca y retoma el atajo.  Camina más ligero.  Un poco tirada hacia adelante, lo suficiente. Es otro impulso, sus manos libres ahora, otra fuerza.  No parece cansada... la conexión con el Ser genera liviandad.

Cuando somos auténticos, no buscamos ser alguien que no somos.  Derrochamos mucha energía cuando aparentamos Ser sin Ser.  Ese Ser pretencioso se vuelve inalcanzable.

Si queremos agradar a los demás para sentirnos queridos, aceptados, estamos dejando mucha energía en ese actuar.  No nos estamos queriendo ni aceptando nosotros mismos.

Energía derrochada que podríamos utilizar para otras cosas, como caminar más ligero, liberar las manos... o amar.


Cariños.

sábado, 16 de agosto de 2014

El perdón

Es la llave del candado que me sujeta al pasado.   Si estoy anclado en el dolor, atado a la persona que me hace daño, el perdón puede funcionar como una tijera que corte esta soga.

La Lic. Silvia Zaffirio nos comparte sus notas acerca del perdón, que van a incluirse en su próximo libro:

El perdón es para la propia sanidad espiritual.  La víctima sabe que ha perdonado cuando ya no siente enojo, rencor ni malos deseos (pueden pasar años para lograr esto, pero se llega al fin), ni sometimiento o miedo hacia el victimario.  Ab-uso: Ab, de alejamiento, repulsión, exceso, superación (más allá de...).
Usare: valerse de.  Abuso de autoridad, de la fuerza física, de la confianza, financiero, de derecho, de lesa humanidad, sexual, llamadas telefónicas obscenas, ultraje al pudor, voyeurismo, violación, incesto, prostitución, con niños de menor edad, bajo presión y con pacto de silencio... sigo...

El perdón actúa sobre el pasado, actúa purificando ese acontecimiento.  El ser perdonado no es el ser inocente.  Sin la desmesura de Adán no hubiera existido el perdón y la salvación, desde una lectura bíblica.
La víctima renuncia al re-sentimiento, a la ira, la indignación, la venganza.
El perdón pareciera beneficiar al ofensor, pero es para el que perdona, por añadidura también es para el perdonado (pero no justificado).
Así nos desprendemos de la escena con connotaciones de mal-dición (de mal-hacer) y restauramos la escena con una suerte de conjuro (como el sana, sana, colita de rana...).
Decimos algo bueno para se vaya lo malo: "te perdono", te dono y te vuelvo a donar ese don, el que pasa por encima del hecho maldito o malhecho (pasar por encima, etimología del donar, regalo).
Y nos liberamos.

Decir y hacer bien, sanidad para el alma, el cuerpo y el espíritu.
Hoy sabemos que todas las enfermedades se inician en el espíritu, luego se hace carne o dejan huella en "lo mental", el alma.  Si nos vengamos, etc, nos mataríamos los unos a los otros, generamos la guerra, se acabaría la humanidad en el último de los términos.  No estaríamos contribuyendo para la Paz.  Es que "todos somos uno", "todos somos el otro".  Sabemos que perdonar es amar y amarnos a nosotros mismos, y aún a tu enemigo.
Pero lleva su tiempo procesarlo, quizás toda una vida.  Y quiero agregar que todos, todos, somos víctimas de víctimas y así sucesivamente.  Lo importante es no seguir generando para abajo, en las siguientes generaciones, las mismas maldiciones.

Al tener resentimiento le concedemos al otro la potestad de coartar nuestra felicidad.  La aceptación tanto de un bien como de un mal (aceptación interior luego de haberse producido) produce tranquilidad, mansedumbre, dominio de sí, paz interior.

Les cuesta pedir perdón a las personas que no admiten sus errores, tienen su auto-estima muy baja y poca tolerancia a la crítica de otros.
Psicológicamente hablando y desde los efectos orgánicos como consecuencia, el perdón puede evitar que ocurran problemas cardiovasculares, ayuda a salir de cuadros depresivos y superar los duelos por pérdidas de seres queridos.

Se puede hablar de perdón como una liberación.  De hecho, la palabra "perdón" viene de las palabras latinas per donare, que significan "dejar ir", "dar por" o "dar para".  Cuando ejercemos el perdón "soltamos"  a quien nos ha ofendido o nos ha hecho un mal.  En suma, es la renuncia a los resentimientos e indignación que ha causado una ofensa.  Nos conduce a la Paz en todos sus términos.




Soltalo.

Cariños.


martes, 5 de agosto de 2014

Sugiero que te preguntes


Te sugiero que te preguntes y te respondas.
Las preguntas nos invitan a observar, registrar, nos hacen buscar en el arcón, remover la telaraña.
Cuando observamos buscamos las palabras que identifiquen o simbolicen lo que recordamos.
Buscamos y encontramos.
Pasamos eso que estaba en el inconsciente al consciente... si logramos hacerlo, acortamos el camino... prendemos la luz...

Si se te acabaron las respuestas, cambiemos las preguntas, pedile a alguien más que te haga preguntas diferentes.

"Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás destino" Carl Gustav Jung.



Cariños.

domingo, 3 de agosto de 2014

Sarmiento: on ne tue point les idées.

Mausoleo de Sarmiento

Encontré esta foto en mi celular, Mausoleo de Sarmiento, cementerio de la Recoleta.
La tomé parada en frente, la altura de este obelisco era suficiente para distinguir a los pies del águila una frase en letra cursiva: "Civilización y Barbarie", el nombre de su libro que tiene como protagonista a Facundo (Quiroga, claro)

Considero el fanatismo un tanto peligroso, así era Sarmiento, peligroso.  Como las ideas que no se pueden matar.

Sarmiento creía que la civilización salvaría a nuestro país, entendía la civilización como ciudad, progreso.
Se dedicó a desparramar escuelas y vías férreas.
Barbarie era lo que había que eliminar: gauchos, indios, campo, "el atraso".

En una de sus cartas a Mitre, aquí encontrás esa carta, le aconseja no economizar sangre de gauchos, los aborrecía.
Para alcanzar su civilización se transformó en bárbaro.
En esa polaridad se constituye la vida, de un polo a otro.  Cuando decimos lindo estamos creando feo, cuando doy libero por una parte y someto en la otra.  Cuando vivo, muero.

No le voy a dedicar más palabras que estas.


Cariños.


viernes, 1 de agosto de 2014

Jane Goodall tenía un sueño

Jane Goodall

Jane Goodall es reconocida por dedicar su vida a la observación de los monos del Africa, se define como primatóloga y naturalista.  Sí, podría darles una extensa lista de todas las similitudes entre los chimpancé y los seres humanos, hoy quiero destacar una parte de su discurso "Razones para la esperanza", una Conferencia pronunciada en oportunidad de la entrega del título Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba, año 2009:


"Les contaré un cuento que muchos de ustedes habrán escuchado y que es muy popular en el Reino Unido; habla sobre cómo se juntaron todos los pájaros en una competencia para ver cuál volaba más alto. La poderosa águila, con sus grandes alas que la llevaban más y más alto, estaba segura de ganar; poco a poco los demás pájaros se cansaron, incluso el águila no podía remontar más, estaba cansada también. Ella pensó que había ganado, pero escondido en su plumaje había un pequeño pájaro que salió y voló por encima del águila.
Eso para mí es muy simbólico. Pensemos en nuestra vida como un esfuerzo por volar un poquito más alto y llegar a una meta que está fuera de nuestro alcance ¿Hasta dónde podemos llegar sin la ayuda de un águila?. Cuando pienso en mi vida y en la gente que me ayudó en mi vuelo, es como si yo estuviera remontada en la espalda de estas personas.
Quisiera mencionar a una persona en especial, sin la cual quizás no estaría acá: mi increíble mamá.
Cuando yo era niña amaba los animales, como muchos niños, y mi mamá apoyó siempre mi amor por los animales, sin enojarse nunca. Un día, recuerdo, ella llegó a mi dormitorio; yo tenía un año y medio y había llevado conmigo un manojo de lombrices a la cama, muchas madres se hubiesen enojado y las hubiesen tirado a la basura, pero ella me dijo con voz muy tranquila: –Si las dejás acá pueden morir, así que lo mejor es que las llevemos al jardín donde pueden vivir cómodamente. Fue mi primera lección sobre compasión hacia otras formas de vida.
Cuando empecé a leer libros sobre África, ustedes conocen los libros de Tarzán de los monos -porque pregunté a una niña argentina ayer de once años que amaba a los animales y se enamoró enseguida de Tarzán–, y qué hizo Tarzán, se casó con la otra Jane tan estúpida! Sentí muchos celos y pensé que yo hubiera sido una Jane mucho mejor.
De todos modos, empecé a soñar en convertirme en adulta, viajar al África, escribir libros, vivir con animales y aprender de ellos; quería ser naturalista. Todo el mundo se reía de mí, mi familia tenía muy poco dinero, ni siquiera para comprar una bicicleta; ciertamente, no tenía dinero para ir al África. En ese momento se pensaba en África como el continente negro, lleno de peligros y de seres feroces y salvajes, pero era adonde yo quería ir. La única persona que no se rió de mí y que nunca me dejó creer que no lo podía hacer fue mi mamá. Ella me decía: –Jane, si realmente quieres algo y trabajas fuerte para ello, y si tomás ventaja de las oportunidades y nunca te rindes, encontrarás el camino para lograrlo. 
Eventualmente llegué al África, no fui a la Universidad porque no podía pagarla. Mi mamá me dijo: –Haz un curso de secretaria y tal vez puedas conseguir empleo en África. Trabajé en Londres como secretaria, me invitaron a Kenia, tuve que trabajar como camarera para ahorrar dinero para este viaje."

Esta increíble mujer tenía un sueño.  

"Cada individuo importa.  Cada individuo cumple un rol.  Cada individuo hace la diferencia."

No estamos solos.
Cariños.

lunes, 28 de julio de 2014

Nota Express 6: La creatividad de las aves

Quienes hicieron conmigo el Escalón Rojo saben que sostengo que la creatividad es una habilidad, no un don.  Todos somos potenciales creativos -creadores por naturaleza- y esta habilidad se adquiere.
Las herramientas que utiliza el creativo son propias de la ejecución de su arte, más el back up que lleva consigo de experiencias, historias, pensamientos, recuerdos.  El  creativo utiliza todo lo que lo rodea.

Algunos aves generan sus propios "dientes"  ¿Cómo es esto?
No se conforman con un pico, además generan dientes comiendo piedras que alojan en un estómago secundario.  Entonces cuando comen granos mueven este estómago para triturarlos como si fueran dientes.
Eso es creatividad, pensar en una piedra para crear un sistema de trituración no es nuevo para nosotros, ya los indígenas utilizaban morteros para triturar alimentos.



Pero, ¿Introducir en el propio cuerpo un mortero?
Me pregunto y te pregunto: ¿Qué será lo que aprendimos en la experiencia que todavía falta introducirlo como herramienta? ¿Será consciente este proceso de "introducir" o es algo que trae la experiencia con el tiempo?

Vemos lo que estamos preparados para ver... cuando estemos dispuestos a soltar viejas creencias, vamos a poder completar ese vacío con nuevas respuestas.




Cariños.


viernes, 11 de julio de 2014

Nota Express 5: Caleidoscopio


Nos subimos con Valen a este Caleidoscopio a explosión, nos sentamos en los primeros asientos.
Estaba bajando el sol, el espectáculo había comenzado.  Casi logro entender de qué se trata.

"Visión es el arte de ver las cosas invisibles." Jonathan Swift



martes, 24 de junio de 2014

Nota Express 4: Control

Cuando nacemos nos designan un control remoto.
Podemos cambiar de canal, subir el volumen, elegir el contraste y demás funciones acaecidas del menú: como aumentar el brillo en un día gris o cambiar de pareja al cabo de un tiempo, cosas así.
Pero se olvidaron de enviarlo con el manual de instrucciones (o lo hicieron a propósito) y uno se encuentra con este control en sus manos cuando nace.  Al cabo de un tiempo, el usuario tiene un poco de cordura y cree que sabe lo que tiene.  Lo primero que hace es intentar cambiarle la vida a los demás: apresurado, apunta con el aparato a su esposa, al jefe, a su vecino y no tiene resultados.  La esposa sigue siendo la misma, el jefe continúa descolorido, el vecino sigue haciendo ruido.  Triste y resignado el usuario concluye con que este aparato no funciona, lo tira por la ventana con un "bah" acompañando la caída, perdiendo para siempre el control de su vida.
En este lugar descansan los inútiles.  Nadie entendió como funcionan, excepto algún astuto que descubrió el juego y se dio cuenta que para cambiar el mundo hay que apuntar para sí mismo.



Cariños.


sábado, 21 de junio de 2014

Nota Express 3: Volver

Jugando a los autitos.
Cinco autos y un sobrino.
Risas, técnica, choques, formaciones.
Perdimos el gris en un descuido.
El resto fue desapareciendo.
Nos quedamos con uno.

Con uno solo que ya no rodaba, volaba.



martes, 17 de junio de 2014

Nota Express 2: Los camiones que caen

Me gusta observar algunos momentos.  Como el amanecer.  El cielo se va aclarando, tranquilo, desde un rojo inferior y paralelo.  Se va encendiendo el reflector sin apuro, con pereza todavía.  Esa media hora en que los árboles están iluminados de frente, sólo en la copa.  Abajo sigue frío y con rocío.
Este momento, mirá:


La calle está mojada.  Llovió bastante en la noche del domingo.  Ayer cuando salía de casa vi un camión caído en una zanja.  A la tarde eran dos, el segundo hacia el otro lado de la calle.  Aquí hay dos posibilidades: el segundo intentó socorrer al primero y también cayó o el segundo quiso evitar al primero, se alejó lo más que pudo pero no vio que del otro lado también había una zanja.
Sea cual sea la cuestión, el segundo ya no estaba, el primero permanece varado.


Cuando observamos un camión que cae decimos: pobre camión, no se lo merecía.  Es un camión bueno, siempre cumple con las normas de tránsito.  Esta calle de porquería está mal hecha.  
Y si miramos al camión que pudo salir rápidamente decimos: qué bien el camión, bravo, no se quedó estancado, salió de inmediato.  Seguramente estaba despojado, con menos carga, por eso logró sacudirse, ese camión es un crack. 
El otro, pesado, se queda en el pozo y encima rompió la calle.  Solemos decir: dale camión, salí del pozo, mirá el desastre que hiciste.  No nos gusta ver que el camión bueno sufra.

Yo me pregunto: ¿Cuánto más habrá aprendido este camión que el otro que salió rápidamente? 
El costo es mayor, un día más sin trabajar, hasta es posible que se haya roto algo y tenga que repararlo, lo que quiero decir es que los camiones que caen de esta manera es posible que no vuelvan a caer.   

¿Cuánto más grande es la huella que dejó este camión?.  


Cariños.

lunes, 16 de junio de 2014

Nota express 1



Una nota en cinco minutos.  Dejé de alimetar el blog "por falta de tiempo", ¿Cómo puedo hacer para estar en paz con el blog y que esto no me demande mucho tiempo? -Cuando escribía una nota era un proceso que llevaba una hora como mínimo: seleccionar el tema, la foto, retocar la foto, escribir- entonces pensé en "una secuencia de notas express de viajes en colectivo", de esa manera no pierdo el hábito de escribir para el blog y estoy atenta a las situaciones cotidianas.

Acá estoy, en la parada, con mi anotador en la mano.
Agarro la SUBE (tarjeta para viajar), saco boleto, me queda $1,15 de saldo.

Nota express de viajes en colectivo 1: "SUERTE"

Un señor sube conmigo al colectivo, despide a su hija y le dice "Chau, suerte".
¿Cuándo dejé de desear suerte? Seguramente cuando empecé a creer que la suerte no existe.  En que las piezas están ubicadas de esta manera y no por azar.  Cuando le dijo "Chau, suerte" yo escuché: "Chau, que Dios y la Virgen te ayuden y como estás a la deriva espero que todo te salga como vos esperás... y que llegues sana y salva a casa"
"SUERTE" es el deseo que suceda lo que esperás que pase.
Yo esperaba encontrar más saldo en mi SUBE, no tengo suerte, definitivamente.
La señora que subió recién y un caballero le dio el asiento, sí que tiene suerte.

La palabra Suerte deriva de Sortes, se trataba de unas piezas de madera o hueso que usaban los romanos para "echar la suerte":  las lanzaban al aire y según la interpretación de la caída o lo que tenían inscripto podían predecir el futuro.

Esa predicción podríamos simplificarla: Tenemos lo que somos.  Y sin quitarle peso a esta frase sentenciadora, todos los resultados que tenemos son la muestra de nuestro compromiso.  Si hay algo donde no tenés "suerte" mejor preguntemos: ¿Y yo qué hice? ¿Qué atención le dediqué? ¿Qué lugar ocupa en mi vida? ¿Qué puedo hacer para cambiarlo?
Puede ser que hayan resultados que no dependan de nosotros, pero cómo saberlo si no lo intentamos.
Me quedo pensando en mis resultados...

Chau, suerte y hasta el próximo viaje en colectivo.




lunes, 2 de junio de 2014

Taller de Coaching Literario en Escobar



Comenzamos este viernes 6 de junio.
Una merienda exquisita y un taller experiencial  a una valor muy accesible.
Si te interesa, confirmame tu asistencia a anamaria.maidana@gmail.com


Cariños.

domingo, 25 de mayo de 2014

Escalon Rojo

Te invito a participar del Programa de escritura creativa que hemos dado en llamar ESCALON ROJO.

Es un programa virtual de cuatro semanas, podés hacerlo desde donde te encuentres.
Si sos mayor de 18 años, querés conectarte con tu creatividad, si tenés acceso a internet y además tenés tiempo para dedicarle -siempre digo que con dos horas diarias alcanza-, lo podés hacer desde cualquier lugar del mundo.

Se llama "Escalón" porque vas a avanzar hasta el nivel siguiente.  El aprendizaje que vas a obtener no lo sé, porque te vas a llevar el aprendizaje que necesites.
Este es un programa que te recibe a vos si querés hacerlo, tengas o no experiencia en talleres literarios y sea cual fuere tu profesión.
Te voy a estar enviando guías para que completes con material de apoyo, ejercicios, videos, preguntas para responder que vas a completar durante la semana. (si te interesa info sobre las guías, mandame un mail y te cuento un poco más)
La diferencia con un taller literario convencional es que vas a tener una devolución semanal de tus guías con intervenciones de coaching, de manera que puedan dirigirte hacia el escalón próximo en tu proceso personal.
Si te animás a hacerlo mandame un mail, así te paso los datos de mi cuenta para que puedas hacer la transferencia antes del inicio del programa y pueda agregarte en el grupo de facebook, "ESCALON ROJO 5".
Este Escalón comienza el lunes 2 de junio y finaliza el viernes 27 de junio.

Ya sabés, si querés más info u otras consultas:
anamaria.maidana@gmail.com
facebook: Coaching Literario

Aquí estoy a tu disposición, esperando nuestro encuentro.
Como siempre, mi cariño.



 



viernes, 23 de mayo de 2014

Una vida feliz 6: El recuerdo del goce

El año pasado subí una nota muy breve, se trataba de los elementos.  Podés mirarla acá.

Sólo veinte palabras y un video de menos de cinco minutos. ¿Por qué la recuerdo así? ¿Qué tiene o tuvo de diferente que no la olvido?
Sí, podría ser por las imágenes de estos chicos danzando con fuego.  Impecable.
Podría ser por la idea revolucionaria que fue para mí reconocer que en toda obra literaria -me arriesgo a decir toda obra- están presente los cuatro elementos.
También por la urgencia de equilibrar estos cuatro para lograr armonía, es una herramienta valiosa para un escritor si distingue los elementos, podría ser por eso.
Hay algo más: el goce.  El regocijo.  La conexión con el momento.  La satisfacción se transmite en cara, cuerpo, movimiento, mensaje, instrumento.  Es lo único que hay, se ve goce en todas partes, vibra en todo.

Sí, por eso recuerdo esta nota: la felicidad de los chicos.  Al ver tanta felicidad en ellos, fui feliz también.
Entonces, aquí viene la pregunta: ¿Cuáles son mis recuerdos felices? ¿Cómo es que no los traigo a la mano todos los días?

"Por más a menudo que los evoquemos, los recuerdos felices jamás se marchitan" decía Labbie Fudin

Te propongo recordar tus momentos de felicidad y utilizarlos como fuentes de poder emocional.  No para recordar "lo que alguna vez fue y ya no es", de ser así nos darían tristeza los recuerdos felices y los recuerdos dolorosos también.  Entraríamos en un juego melancólico deprimente.

Hoy propongo tomar el recuerdo feliz como energizante, para re-sentir esa felicidad.  Es más fácil generar momentos dichosos si estamos dispuestos y dirigidos.

Probemos.  Voy a probar, después te cuento.




Cariños.



lunes, 28 de abril de 2014

Una vida feliz 5: Fitter, happier.


En esta sección no hablamos de una felicidad de pose.  No buscamos la felicidad para pretender ser.  La felicidad también aceptando las frustraciones, los negros y los grises como una manifestación de la vida.  El dolor es inevitable y hacer de cuenta como que no existe o encontrar siempre la manera de no existir en el dolor es una manera de evitar.  No nos gusta sufrir (desde chiquitos escuchamos que sufrir es malo, al dolor tenemos que evitarlo, si duele la cabeza nos tomamos una aspirina, si estamos tristes tenemos que sonreir y siempre sonreir).
Permitirnos emocionar es sano.  Permitirnos llorar.  Permitirnos atravesar el invierno también nos enseña.
La tristeza o la frustración puede ser el motor de cambio, el caldo de cultivo para el aprendizaje.

El psicólogo Ed Diener, profesor universitario americano, investigó sobre la felicidad y es reconocido por sus trabajos sobre bienestar y por la SWLS (Satisfaction With Life Scale), que junto a Robert A. Emmons, Randy J. Larsen y Sharon Griffin, idearon un breve cuestionario para medir la satisfacción con la vida.

Son cinco afirmaciones en las que se puede estar o no de acuerdo en una escala de 1 a 7, siendo:
Completamente de acuerdo (7); De acuerdo (6); Más bien de acuerdo (5); Ni de acuerdo ni en desacuerdo (4); Más bien en desacuerdo (3); En desacuerdo (2); Completamente en desacuerdo (1).

Las afirmaciones son:
1-En la mayoría de las cosas, mi vida está cerca de mi ideal.
2-Las condiciones de vida son excelentes.
3-Estoy satisfecho con mi vida.
4-Hasta ahora he conseguido las cosas que para mí son importantes en la vida.
5-Si volviera a nacer, no cambiaría casi nada de mi vida.

Básicamente, entre 30 y 35 puntos se corresponde con una alta satisfacción, el valor medio está entre 20 y 24 y por debajo de 10 se trata de una persona claramente insatisfecha.

Si te animás a hacer este cuestionario, respondé con honestidad...
Todo esto me hizo acordar a "Fitter, happier" de Radiohead.







Fitter, happier. More productive. Comfortable. Not drinking too much. Regular exercise at the gym (3 days a week).  Getting on better with your associate employee contemporaries. At ease. Eating well (no more microwave dinners and saturated fats). A patient, better driver. A safer car (baby smiling in back seat). Sleeping well (no bad dreams). No paranoia. Careful to all animals (never washing spiders down the plughole). Keep in contact with old friends (enjoy a drink now and then). Will frequently check credit at (moral) bank (hole in the wall). Favours for favours. Fond but not in love. Charity standing orders. On Sundays ring road supermarket. (No killing moths or putting boiling water on the ants). Car wash (also on Sundays). No longer afraid of the dark or midday shadows. Nothing so ridiculously teenage and desperate. Nothing so childish. At a better pace. Slower and more calculated. No chance of escape. Now self-employed. Concerned (but powerless). An empowered and informed member of society (pragmatism not idealism). Will not cry in public. Less chance of illness. Tires that grip in the wet (shot of baby strapped in back seat). A good memory. Still cries at a good film. Still kisses with saliva. No longer empty and frantic. Like a cat. Tied to a stick that’s driven into frozen winter shit (the ability to laugh at weakness). Calm. Fitter, healthier and more productive. A pig. In a cage. On antibiotics.


Más en forma, más feliz. Más productivo. Cómodo. No beber demasiado. Ejercicio regular en el gimnasio (3 días a la semana). Desenvolverse mejor con sus empleados asociados actuales. A gusto. Comer bien (no más cenas de microondas ni grasas saturadas). Un mejor conductor, más paciente. Un coche más seguro (niño sonriente en el asiento trasero). Dormir bien (sin malos sueños). Sin paranoia. Cuidadoso con todos los animales (nunca tirar arañas por el desagüe). Mantenerse en contacto con viejos amigos (disfrutar de una copa ahora y entonces). Verificar con frecuencia el crédito en un banco (moral) (agujero en la pared). Favores por favores. Cariñoso pero no enamorado. Órdenes permanentes de pago a la caridad. Los domingos desviarse al supermercado. (No matar las polillas o echarles agua hirviendo a las hormigas.) Lavar el coche (también los domingos). Dejar de temerle a la oscuridad o a las sombras de mediodía. Nada tan ridículamente adolescente ni desesperado. Nada tan infantil. Al mejor ritmo. Más despacio y calculado. Sin oportunidad de escape. Ahora autoempleado. Preocupado (pero impotente). Un miembro de la sociedad facultado e informado (pragmatismo, no idealismo). No llorar en público. Menos propicio a enfermarse. Neumáticos que se agarren en suelo húmedo (foto del bebé asegurado en el asiento trasero). Una buena memoria. Aún llora con una buena película.Aún besa con saliva. No más ser vacío y frenético. Como un gato. Atado a un palo que es llevado a un invierno muy frío (la habilidad de reír de la debilidad). Calma. Más en forma, sano y productivo. Un cerdo. En una jaula. Con antibióticos.



Abrazo.

martes, 22 de abril de 2014

Vuelvo a mi pueblo

En el día de la tierra, celebro el lugar donde vivo hoy.  Aquí me crié, aquí crecí.
Aquí reconozco las baldosas de la vereda de todas las cuadras, el kiosko, el colegio secundario.
La gente se saluda por la calle aunque no se conozca.  Los autos frenan para dejar pasar.
Aquí la mayoría nos conocemos, aunque sea de nombre.
Cada vez que camino por las cuadras del centro es como si caminara por mis 16 años.
Cuando íbamos a encender unos cigarrillos a la estación, cuando comíamos una pizza donde ahora hay una heladería, cuando salíamos a bailar al boliche que otra vez cambió de nombre.

Capullo de una mariposa

Vuelvo a respirar este aire fresco.  De pueblo, de toda mi vida.
Qué alivio respirarte, ahora me doy cuenta cómo te necesitaba, mi tierra.  Aquí me quedo.  Feliz día.

"¿Y si traes semillas?
Muchas semillas,
para que no enfermes de ciudad
y me puedas salvar..."

                                                           Pedro Ortiz




domingo, 20 de abril de 2014

Algo muy grave va a sucederle a este pueblo


"Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 19 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: ‘No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo’.

El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice: ‘Te apuesto un peso a que no la haces’. Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, ¡si era una carambola sencilla! Y él contesta: ‘es cierto, pero me he quedado preocupado de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo’.

Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá, feliz con su peso y le dice: Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla, porque es un tonto. ¿Y por qué es un tonto? Porque no pudo hacer una carambola sencillísima, según el preocupado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo. Y su madre le dice: No te burles de los presentimientos de los viejos, porque a veces ocurren.

Una pariente que estaba oyendo esto y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero: ‘Deme un kilo de carne’, y en el momento que la está cortando, le dice: Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado’. El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice: ‘mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas’. Entonces la vieja responde: ‘Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos…’ Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor.

Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, alguien dice: ¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo? ¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor! Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor. Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor. Sí, pero no tanto calor como hoy. Al pueblo, todos alerta, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: ‘Hay un pajarito en la plaza’. Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito. Pero señores, dice uno siempre ha habido pajaritos que bajan aquí. Sí, pero nunca a esta hora.

Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo. Yo sí, soy muy macho -grita uno-. Yo me voy. Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve. Hasta que todos dicen: ‘Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos’. Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: ‘Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa’, y entonces la incendia y otros incendian también sus casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado: ¿Viste mi hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?."




Un cuento de Gabriel García Márquez, sobre profecía auto-cumplida.

Cariños.

Lo recordamos a él: Gabriel García Márquez.

Cuando iba a la secundaria, nuestra profesora de literatura nos daba para leer algunos libros y después nos tomaba examen.
Fue así como leí "Relato de un náufrago", lo recuerdo con un obligatorio gusto a sal:



"La luz de cada día

No amaneció lentamente, como en la tierra.  El cielo se puso pálido, desaparecieron las primeras estrellas y yo seguía mirando primero el reloj y luego el horizonte.  Aparecieron los contornos del mar, habían transcurrido doce horas, pero me parecía imposible.  Es imposible que la noche sea tan larga como el día.  Se necesita haber pasado una noche en el mar, sentado en una balsa y contemplando un reloj, para saber que la noche es desmesuradamente más larga que el día.  Pero de pronto empieza a amanecer y entonces uno se siente demasiado cansado para saber que está amaneciendo.

Eso me ocurrió en aquella primera noche de la balsa.  Cuando empezó a amanecer ya nada me importaba.  No pensé ni en el agua ni en la comida.  No pensé en nada hasta cuando el viento empezó a ponerse tibio y la superficie del mar se volvió lisa y dorada.  No había dormido un segundo en toda la noche, pero en aquel instante sentí como si hubiera despertado.  Cuando me estiré en la balsa los huesos me dolían.  Me dolía la piel.  Pero el día era resplandeciente y tibio, y en medio de la claridad, del rumor del viento que empezaba a levantarse, yo me sentía con renovadas fuerzas para esperar.  Y me sentí profundamente acompañado en la balsa.  Por primera vez en los 20 años de mi vida me sentí entonces perfectamente feliz.

La balsa seguía avanzando, no podía calcular cuánto había avanzado durante la noche, pero todo seguía siendo igual en el horizonte, como si no me hubiera movido un centímetro.  A las siete de la mañana pensé en el destructor.  Era la hora del desayuno.  Pensaba que mis compañeros estaban sentados en la mesa comiéndose una manzana.  Después nos llevarían huevos.  Después carne.  Después pan y café con leche.  La boca se me llenó de saliva y sentí una torcedura leve en el estómago.  Para distraer aquella idea me sumergí en el fondo de la balsa hasta el cuello.  El agua fresca en la espalda abrasada me hizo sentir fuerte y aliviado.

Estuve así largo tiempo, sumergido, preguntándome por qué me fui a la popa con Ramón Herrera, en lugar de acostarme en mi litera.  Reconstruí minuto a minuto la tragedia y me consideré como un estúpido.  No había ninguna razón para que yo hubiera sido una de las víctimas: no estaba de guardia, no tenía la obligación de estar en cubierta.  Pensé que todo había sido por culpa de la mala suerte y entonces volví a sentir un poco de angustia.  Pero cuando miré el reloj volví a tranquilizarme.  El día avanza rápidamente: eran las once y media."


Gracias, maestro.

Cariños.