jueves, 30 de abril de 2020

Las y los artistas y sus trabajos


El 1° de mayo celebramos el día del trabajador.  Los que formamos parte del “Taller para escritores en la SADE”, coordinado por Ana Maidana, brindamos este homenaje a los trabajadores de la cultura.  Agradecemos y enaltecemos la obra del artista. 

Celebramos el trabajo de todos, en cada trabajo hay un espacio para comunicar y, por lo tanto, cada trabajo brinda una oportunidad para hacer arte; aunque, por esta vez, queremos destacar de manera especial al artista que dedica su vida y su tiempo a dar belleza.  Su vida, su tiempo y su amor.  Ese amor que coloca en lo que hace, cuando entrega su cuerpo en el arte.

Aquí sucede un triple homenaje. 

El primero es a los trabajadores del arte que vemos en las imágenes, por lo que emanan y ofrecen al mundo.  Ellos son: Ana Amor, escultora; Iñaki Urlezaga, bailarín de ballet; Graciela Dufau y Miguel Ángel Estrella, piano y poesía; Murga Payases de Overol, murga; Vicky Biagiola, artista  joyera; Gisela Estigarribia y Alejandro Segovia, bailarines de tango.

El segundo homenaje es para Mónica Hasenberg y su trabajo de fotografía que es arte y cultura.  Aquí nos ofrece estas imágenes delicadas para que podamos re-vivir el arte ofrecido al mundo, a través de su arte.  Podemos ver lo que vemos en sus imágenes, aunque ahora estemos en otro lugar, en otro tiempo.  Gracias, Mónica, por tu arte que trabaja para el recuerdo de los hechos y las cosas.
El tercer homenaje es para los escritores que le ponen palabras a esas imágenes, a los escritores que hacen más imágenes sobre las imágenes, multiplican y reverberan el trabajo del artista, con otro arte. 

¡Feliz día a los trabajadores de las artes y la cultura en todo el mundo!

Taller para escritores en la Sociedad Argentina de Escritores.




 




 Eternidad Estelar
por Gustavo Santiago Morinigo

Me arden las pupilas
de tanto soñar
ando sonámbula
por los bordes filosos
de esa eternidad estelar

Camino
  Ando
    Naufrago
      Rapto
        Floto
          Fluyo
  
   ¡Creo!

Me deslizo
    en girones cuánticos
me reencuentro con
mi cuerpo
y ese libre albedrío
que hace de mí
       un ser
capaz de soñar

Aunque el mundo
se desgaje
      pedazo
           a
       pedazo.













Iñaki
por Ana Maidana

Iñaki de la danza y los toros.
Pilar Iñaki, pilar potente
establecido en el aire
salido de la gracia.
Iñaki cuando bailas con una, con ella
todo parece de espuma y tiempo
todo se resuelve en un traer para sí.
Con esa espuma, esa flor de fluir
hasta yo quiero levantarla en alzas a ella
hasta yo misma quiero levantarla
y hacerla girar
y reír y girar
y que apoye su cabeza y girar
en mi pecho o hacia atrás y girar
que vaya hacia atrás, Iñaki
hasta yo quiero tomarla y levantarla alto
remontarla como un pájaro fresco
o una mariposa fresca
con su mano o con su ala empinada hacia lo alto
y que baje suave
hasta que quede
todo su cuerpo
pegado al suelo.






Homenaje a la música y la poesía
por Marta Arinoviche

Comienza a anochecer.  Se ejecuta la más bella música y sentimos que es posible que hasta las lágrimas se tornen luciérnagas en la noche.  Cada tecla enciende su propia luz. 
Sólo  con talentos así llegamos a esos recónditos rincones de nuestras almas y avivamos el fuego interior.  La ruta es corta y directa: desde el minuto en que Miguel Ángel Estrella (¿predestinado por su apellido?) acaricia el piano hasta nuestro corazón y desde el que Graciela Dufau comienza a moverse al compás de las rimas, de los versos.  ¡Tan profunda, la voz de ella!   Cada inflexión nos produce emociones inquietantes. 
Son hombre y mujer, unidos, lo emocional y el instinto, la fuerza y la inspiración.  Ella declama y mueve sus manos y su cuerpo.  Celebro sus palabras, las honro, las bendigo. 
Una vibración sutil, juntos, magia de un eterno presente.  Dejan vagar su inspiración a través de la música y la voz por el bello color de algún ocaso. En esos momentos ocurrirá un milagro, en cualquier parte nacerán colores porque siempre hay un árbol que da flores.  Doy gracias a los duendes que convierten en flores todos los colores de la música y los versos.
Música y poesía, unidas, nos hablan de un mundo mejor.
Va despertando el silencio.  Toda esa belleza está terminando en brazos de la noche. 
Revive la esperanza.











Payases de overol
por Ariana Ani Golot

Murga de artistas, alegría y pasión.
¡Sentimientos y emocionado corazón!
¡Suenan tambores y maracas!
                   ―¡Rituales sagrados… antiguos del África!
                   ―Cuba morena, Brasil carioca
exhalan espíritus de la mandioca.
No importan dolores si el baile
saca afuera cualquier desaire.
Nace una canción melodiosa
y el público entusiasta la endiosa,
nace una protesta profunda
que el arte permite que se difunda.
Pasos cadenciosos y fervientes
de estos clowns atrevidos
inefables, eufóricos y divertidos.
                   ―¡Litoral argentino!
                   ―Del Plata, el candombe
afloran para el renombre.
Sonidos tumberos
lenguajes lunfardos
y algunas coquetas frases
para ilustradas clases.
¡Sabrosura y carnadura!
¡No afloje la murga,
no escuche censuras!
¡Que estalle este grito espiritual,
en las bases… y en las alturas!








Huellas
por Pablo Diaz Telli

Vicky madruga todos los días
agua en la cara, jabón en las manos.
Le hablan, le recuerdan,
la saludan, la llevan.

El viaje es largo, lo define la espera.
Alguna vez, la suerte está de su lado
y la suerte es ir de parada,
el día es largo y trabaja sentada.

Allá a lo lejos: el obelisco
no se ve pero se escucha,
se siente.                                                    
Las carreras porteñas, el ida y vuelta
las bocinas, las charlas y el mundo infinito.
Luz tenue de mañana,
en aquella esquina: una araña.
Huele a madera y años,
a tiempo y bosquejos.

Y cuando el mundo exterior se acaba
el trabajo todo lo cuadra
aquí está tan feliz y completa
su círculo, su color, su valor.

Y ellas hablan, desde temprano
tienen sus rasgos, algunos les dicen huellas.
Son también historias y recuerdos.
¡Qué sí! ¡Qué no!

Y levanta la vista, vuelve allá fuera
A lo lejos y tan cerca
ese ventanal le recuerda la carrera externa
¿A dónde van? se pregunta y re-pregunta.

Y vuelve a enfocar, y choca con esa invisible barrera
Que a esa hora tímida refleja
su calmo rostro.
Cambiaron los colores, las sensaciones
ya son otras las emociones
y vuelve a preguntar.

Baja la mirada,
vuelve a su mundo.
Profundo, vasto, brillante;
también la lleva
¿A dónde?

A su talismán.



 

Lo que no es
por Marcela Rosenfeld

Si pudiera contarte lo que siento,
si pudieras mi voz escuchar.
Recorrer el candor de tus besos
y a mi lado poderte quedar.
Pero ¡ay! eso quedó en el tiempo,
pero no, no te puedo tocar.
Porque ahora te siento tan lejos,
que migajas de mí quedarán.
Si mis labios recorrieran tu cuerpo,
sé que te podría despertar,
peinar con palabras tu cabello
y admirar de tus ojos lo vivaz.
Pero eso quedó en el recuerdo,
pero nada de eso pasará.
Porque para otro son tus besos
y lo que perdí jamás volverá.
La pareja que baila este tango
finaliza sin titubear,
y escuchando los aplausos,
con el corazón desgarrado,
me doy cuenta de que no volverás.