"A Delia le dolían las manos. Como vidrio molido, la espuma del jabón se enconaba en las grietas de su piel, ponía en los nervios un dolor áspero trizado de pronto por lancinantes aguijonazos. Delia hubiera llorado sin ocultación, abriéndose al dolor como un abrazo necesario. No lloraba porque una secreta energía la rechazaba en la fácil caída del sollozo; el dolor del jabón no era razón suficiente, después de todo el tiempo que había vivido llorando por Sonny, llorando por la ausencia de Sonny. Hubiera sido degradarse, sin la única causa que para ella merecía el don de sus lágrimas. Y además estaba allí Babe en su cuna de hierro y pago a plazos. Allí, como siempre, estaban Babe y la ausencia de Sonny. Babe en su cuna o gateando sobre la raída alfombra; y la ausencia de Sonny, presente en todas partes como las ausencias...".
Julio Cortázar, de su libro "La otra orilla"
Belezas de Cortázar por gracias de Ana Maria. Yo siempre quiero estar aquí. Perdona mi español. Beso.
ResponderEliminarGracias Marcio! me alegra que te guste. Lo comparto porque hay veces que leo (Cortázar, como ahora) y siento algo parecido a la culpa si no lo comparto. Como una obligación, algo así. Gracias por estar aquí. Abrazo.
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