jueves, 25 de enero de 2018

Virginia Woolf y lo femenino



Como lo hizo Google, recordamos a Virginia Woolf y su estilo femenino, feminista, moderno, premonitorio.


UN PERFIL QUE SE DIBUJA SOBRE EL AGUA


I

Ahora que llenamos mujeres de serrín para masturbarnos en domingos solitarios, evoco al tacto de mi alma su perfil de muchacha inglesa.

Cuello: cisne y giro de luna. 


Rostro: óvalo en dispersión de nubes.

Mentón que es abreviatura griega.

Sus labios tienen la ternura encarnizada de los enamorados que hacen puentes a mitad del abismo.

En su nariz asoma el ciervo adolorido de su infancia mientras su pelo sostiene oceánicas noches y tinta insomne de los sueños.

Bajo sus oídos hay caracoles que fraguan con ecos de mar y tiempo las historias.

Y si nos adentramos en su mirada podremos ver aletear las mariposas más nostálgicas del verano.

Usted es a quien recuerdo ahora entre maniquíes de plastilina y amaranto comestible.



Cariños.

miércoles, 24 de enero de 2018

Últimas Instrucciones de Nicanor Parra


Falleció el antipoeta Nicanor Parra, a los 103 años.  Dejó un último poema con las instrucciones a seguir.  Grande.  Cabrón.  Irónico.  Original.  Libre.

Siempre guardo en mí una canción que interpretó Patricio Contreras cuando decía poemas de Nicanor Parra.  Esta canción correspondía al momento de la muerte de su hermana, Violeta Parra.  Nunca lloré tanto en un teatro.

Este es el poema que dejó:

ÚLTIMAS INSTRUCCIONES

Éstos no son coqueteos imbéciles
háganme el favor de Velarme Como Es Debido
dáse por entendido Que en la reina
al aire libre -detrás del garage
bajo techo no andan los velorios.

Cuidadito CON velarme
en el salón De honor De la universidad
o en la Caza del Ezcritor
de esto no cabe la menor duda
malditos sean si me velan ahí
mucho cuidado con velarme ahí
Ahora bien -ahora mal- ahora
vélenme con los siguientes objetos:
un par de zapatos de fútbol
una bacinica floreada
mis gafas negras para manejar
un ejemplar de la Sagrada Biblia

Gloria al padre
gloria al hijo
gloria al e.s. 
vélenme con el Gato Dominó
la voluntad del muerto que se cumpla

Terminado el velorio
quedan en LIberTad de acciÓn 
ríanse -lloren- hagan lo que quieran
eso sí que cuando choquen con una pizarra
guarden un mínimo de compostura:
en ese hueco negro vivo yo.

Nicanor Parra 






viernes, 19 de enero de 2018

Hoy nos visita: Nora Inés Yacuzzi

XLII

Vi una cabellera rubia
flotando en el viento.
Vi a un hombre taciturno
caminando al lado.
Ella reía.
Él callaba.
Ella se atropellaba con las palabras,
él luchaba con sus silencios.
Reí, extrañamente reí,
te vi, nos vi.

Eran el espejo de mis miedos,
de tus miedos.

Reí.
Un airecito tibio
en el centro del pecho
y una sonrisa tonta,
me acompañaron ese día
hasta la puerta de mi casa.


Nora Inés Yacuzzi




jueves, 18 de enero de 2018

Hoy nos visita: María Cristina Di Lernia

8va. CARTA A LA BISABUELA ESTEFANÍA


Andan gentes con sueños rondando las veredas.  Cantan las voces de la noche como agujas.
Te busco.  Y estás.   No partas ni me dejes ir.
Necesito tu abrazo de carbón sedoso como las trenzas de la luna, el alma de tus guisos en las brasas, tu lluvia de silencios breves, tu corazón de mujer tres veces madre.
Siento en las manos repetirse mis palabras hasta el lugar donde no hay ecos.
Necesito tu fuerza, la bravura de tus plantas de pastora, tu siembra y tus palmas.
Quiero el bravo corazón de enero con su frío doloroso para que me cure de una sola vez.
Quiero el aullido de las lobas, para que me crezca hasta el lugar preciso de la resurrección.
Quiero el cielo y una a una las estrellas que encendiste cada vez de mi vida.
Debo bajar hasta el cáliz subterráneo, beber de la raiz de tus nogales y regresar a subir, íntegra, conmemorada, sabia como los ojos de tu entraña, pródiga, celebrada y final.

María Cristina Di Lernia




miércoles, 17 de enero de 2018

Hoy nos visita: Mirta Martínez


Y cómo yo,
acaso en otro día,
pude tomar en hombros
una hazaña
desesperadamente
absurda,
creyendo que existir
era su peso.

Mirta Martínez




martes, 16 de enero de 2018

Taller para escritores en la SADE


UN HERMOSO TALLER NOS ESPERA EL 9 DE FEBRERO A LAS 19 HS EN LA SOCIEDAD ARGENTINA DE ESCRITORES


Vamos a abordar la emocionalidad del escritor.

¿Para qué quiere un escritor conectar con la emoción?
Conectar con la emoción es fundamental para transmitirla. Cuando estamos atravesados por la emoción, tenemos disponible un grupo de palabras, una manera de decir particular propia de esa emoción y no de otra. La emoción nos predispone para escribir dentro de un campo de posibilidades definido, como resultado de ese sentir y ese pensar respaldando ese sentir. Cuando estamos tristes, por ejemplo, los pensamientos alimentan esa emoción y manejamos un vocabulario muy distinto al que usamos cuando estamos alegres.


¿Para qué transmitir la emoción?
Al transmitir la emoción, el escrito se transforma en un canal sensitivo. Escritor y escrito se colocan en la misma sintonía, hay una repercución en lo escrito. Lo mismo sucede con quien lee. Ahora pienso en palabras como empatía o resonancia. A través del puente escrito, el lector entiende lo que lee desde los sentidos. Y sólo recordamos lo que nos emociona, lo que nos pasa por el cuerpo.

¿Cómo dejar que la emoción nos atraviese para poder transmitirla?
Para eso contamos con la grata presencia del actor, director y formador de actores, Pablo Shinji. Vamos a conversar con él sobre esto, vamos a cocrear y a producir en vivo, como siempre.

Nos vemos en la SADE, en la Casa de Lugones.
Uruguay 1371, 3er. piso. Barrio Recoleta.
Consultas y reservas: WhatsApp +54 9 11 5106 3066

Imperdible.  Allí nos vemos.

Cariños.

Hoy nos visita: Ana Elisa Medina

POEMA


Soñé el poema
quise escribirlo
y se borró en la neblina.
El sol acariciaba mi ventana
derritiendo los carámbanos
como lágrimas en el vidrio.
Caminé las calles espejadas
por la luna y la escarcha.
Sentí el vacío.


Ana Elisa Medina 



sábado, 13 de enero de 2018

Cristales de nieve


Para Wikipedia, las nubes son hidrometeoros hechos de cristales de nieve.  Son gotas de agua suspendidas sobre polvo atmosférico.  Son aerosol de agua evaporada de los océanos.

Esa masa de vapor está pasando sobre tu cabeza.  Aerosol de nieve.  Cristales flotando. Meteoros de agua... eso parece muy normal.

Me voy a dormir, pensando en la naturalidad con la que aceptamos jugar este juego, dando por sentado lo cotidiano.  Siempre miro las nubes. 

Un poema de Jorge Luis Borges:

NUBES

I.

No habrá una sola cosa que no sea
una nube. Lo son las catedrales
de vasta piedra y bíblicos cristales
que el tiempo allanará. Lo es la Odisea,
que cambia como el mar. Algo hay distinto
cada vez que la abrimos. El reflejo
de tu cara ya es otro en el espejo
y el día es un dudoso laberinto.
Somos los que se van. La numerosa
nube que se deshace en el poniente
es nuestra imagen. Incesantemente
la rosa se convierte en otra rosa.
Eres nube, eres mar, eres olvido.
Eres también aquello que has perdido.

II.

Por el aire andan plácidas montañas
o cordilleras trágicas de sombra
que oscurecen el día. Se las nombra
nubes. Las formas suelen ser extrañas.
Shakespeare observó una. Parecía
un dragón. Esa nube de una tarde
en su palabra resplandece y arde
y la seguimos viendo todavía.
¿Qué son las nubes? ¿Una arquitectura
del azar? Quizá Dios las necesita
para la ejecución de Su infinita
obra y son hilos de la trama oscura.
Quizá la nube sea no menos vana
que el hombre que la mira en la mañana.



Cariños.

jueves, 11 de enero de 2018

Dos de Goytisolo





SECRETO


Antes yo no sabía
por qué debemos todos
-día tras día-

seguir siempre adelante
hasta como se dice
que el cuerpo aguante.

Ahora lo sé.
Si te vienes conmigo
te lo diré.



ALGUNA NOCHE


Alguna noche -las fogatas eran
de dolor o de júbilo-
la casa te veía despertar.
 
Te abrías a una vida
distinta, a un mundo
alegre como los ojos de un dios:
voces mayores, fuegos de artificio,
inacabable noche de San Juan
en tu estancia vacía...

El tiempo se agrandaba en los rincones,
Se detenía en torno al corazón,
mientras el estruendo proseguía,
lejos, lejos, quién sabe si real.

Después, todo más claro:
los sonidos pequeños, el crujido de un mueble
la lluvia en el desván.

Nueva vida a las cosas, el alba aparecía,
Y tú llegabas, amorosamente.


José Agustín Goytisolo.






martes, 9 de enero de 2018

Mi casa muerta


de Javier Heraud


No derrumben mi casa
vieja, había dicho.
No derrumben mi casa.

II
Teníamos nuestra pérgola,
y dos puertas a la calle,
un jardín a la entrada,
pequeño pero grande,
un manzano que yace seco
ahora por el grito
y el cemento.
El durazno y el naranjo
habían muerto anteriormente,
pero teníamos también
(¡Cómo olvidarlo!)
un árbol de granadas.
Granadas que salían
de su tronco,
rojas,
verdes,
el árbol se mezclaba
con el muro,
y al lado,
en la calle,
un tronco que
daba moras
cada año,
que llenaba de hojas
en otoño las puertas
de mi casa.

III
No derrumben mi vieja casa,
había dicho,
dejen al menos mis 
granadas
y mis moras,
mis manzanas y mis
rejas.

IV
Todo esto contenía
mi pequeño jardín.
Era un pedazo de
tierra custodiado
día y tarde por una
verja,
una reja castaña y alta
que
los niños a la salida
del colegio
saltaban fácilmente,
llevándose las manzanas
y las moras,
las granadas
y las flores.

V
Es cierto, no lo niego,
las paredes se caían
y las puertas no cerraban
totalmente.
Pero mataron mi casa,
mi dormitorio con su 
alta ventana mañanera.
Y no quedó nada
del granado,
las moras ya no
ensucian mis zapatos,
del manzano sólo veo
hoy día,
un triste tronco que
llora sus manzanas
y sus niños.

VI
Mi corazón se quedó
con mi casa muerta.
Es difícil rescatar
un poco de alegría,
yo he vivido siempre
entre camiones
y oficinas,
yo he vivido entre
ruinas todo el tiempo,
y cambiar un poco
de árbol y de pasto,
una palmera antigua
con columpios,
una granada roja
disparada en la batalla,
una mora caída con un niño,
por un poco
de pintura
y de granizo,
es
cambiar
también algo
de alegría
y de tristeza,
es cambiar también
un poco de mi vida,
es llamar también
un poco aquí a la muerte
(que me acompañaba
todas las tardes
en mi vieja casa,
en mi casa muerta).

De su poemario El viaje, 1960, con el que ganó el concurso "El poeta joven del Perú"
 





Mi casa muerta no es esa rosada de más arriba, esa casa no sé de quién es.  Le tomé una foto por el esqueleto -de carreta, tal vez- que exhibe en el jardín.  Y la pintura me pareció llamativa.  Un regio marmolado en tonos rosados, manchas de tiempo, sol y lluvia.

Cariños.



lunes, 8 de enero de 2018

Taller al natural


Este lugar me gusta mucho, me lleva a un lugar muy bonito para crear, como decía Fernando Pessoa,  "soy tan solo el lugar / donde se siente o piensa" en su poema Viven en nosotros innúmeros.  Como somos el lugar para crear, es imprescindible hacernos el tiempo para crear, hacer el espacio en nuestro interior primero, para luego concretarlo en el tiempo, en el día.  Ese espacio se expande y se llena con la nueva forma, me refiero a la nueva actividad en el nuevo día.  Una experiencia diferente -ahora podés pensar en una actividad que te gustaría hacer- trae amigos, paisajes distintos, otros aires.

Es necesario tomar la decisión de dedicarle un tiempo a la escritura, si querés escribir, y el camino se abrirá solo, luego encontrarás el cómo.  La decisión tomada que no se diluye en un "me gustaría peeero más adelante veo", hablo de la decisión determinante, trae consecuencias.  ¿Te pasó alguna vez que tomaste la decisión de hacer algo y apareció? Te enteraste del curso cerca de tu casa, conocés de pronto al maestro del instrumento que querías tocar o a la persona con un contacto para que consultes.  Esas cosas pasan, hay que estar atento.

Bueno, ya lo sabés por si te preguntan, en Escobar hay una mujer que da talleres de escritura debajo de los árboles.


VIVEN EN NOSOTROS INNÚMEROS

Viven en nosotros innúmeros;
si pienso o siento, ignoro
quien es que piensa o siente.
Soy tan solo el lugar
donde se siente o piensa.

Tengo más almas que una.
Hay más yos que yo mismo.
No obstante, existo.
Indiferente a todos.
Los hago callar: yo hablo.

Los impulsos cruzados
de cuanto siento o no siento
disputan en quien soy.
Los ignoro. Nada dictan
  a quien me sé: yo escribo.

FERNANDO PESSOA
(Traducción: José Antonio Llardent) 

Cariños.

domingo, 7 de enero de 2018

El genio de la multitud

... y así no hay forma de matarme.


 Y de pronto, encuentro un poema de Charles Bukowski y es uno de los pocos que me gustan del borrachín.  Para ser honesta, no me gustan sus poemas groseros, eructados.  Lejos de parecerme una cruda imagen de lo real, se acerca más a la fatalidad de una descompostura.  Hay otro que me gusta, ¿Así que quieres ser escritor?

Pero éste es especial.  Este poema, El genio de la multitud, me hace aplaudirlo, reivindica todo lo dicho:


Hay suficiente traición y odio, violencia,
necedad en el ser humano corriente
como para abastecer cualquier ejército o cualquier
jornada.
Y los mejores asesinos son aquellos
que predican en su contra.
Y los que mejor odian son aquellos
que predican amor.
Y los que mejor luchan en la guerra
son -AL FINAL- aquellos que
predican
PAZ.
Aquellos que hablan de Dios
necesitan a Dios.
Aquellos que predican paz
no tienen paz.
Aquellos que predican amor
no tienen amor.
Cuidado con los predicadores
cuidado con los que saben.
Cuidado con aquellos que están siempre
leyendo libros.
Cuidado con aquellos que detestan
la pobreza o están orgullosos de ella.
Cuidado con aquellos de alabanza rápida
pues necesitan que se les alabe a cambio.
Cuidado con aquellos que censuran con rapidez:
tienen miedo de lo que no conocen.
Cuidado con aquellos que buscan constantes
multitudes;
no son nada solos.
Cuidado con
el hombre corriente
con la mujer corriente.
Cuidado con su amor.
Su amor es corriente, busca
lo corriente.
Pero es un genio al odiar
es lo suficientemente genial
al odiar como para matarte, como para matar
a cualquiera.
Al no querer la soledad
al no entender la soledad
intentarán destruir
cualquier cosa
que difiera
de lo suyo.
Al no ser capaces
de crear arte
no entenderán
el arte.
Considerarán su fracaso
como creadores
sólo como un fracaso
del mundo.
Al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es
incompleto
y entonces te
odiarán.
Y su odio será perfecto
como un diamante resplandeciente
como una navaja
como una montaña
como un tigre
como cicuta
Su mejor
ARTE.

CHARLES BUKOWSKI

Me recuerda a un tema de George Harrison "Cuidado con la oscuridad", uno de mis preferidos, aquí lo comparto



 

¿Y qué tiene que ver Frida con todo esto? Nada, estaba tomando un café con ella.


Hasta mañana.

sábado, 6 de enero de 2018

El cuadro debajo del cuadro: LA POBREZA DEL ARTE

Hombre con boina de Picasso


Descubrieron pinturas debajo de las pinturas, es decir, cuadros pintados tapados con otras pinturas nuevas.  Algunas de ellas no se pueden ver por estar cubiertas con blanco de plomo.

En el caso de esta obra, Hombre con boina de Picasso, debajo del sombrero aprecieron -gracias a la nueva tecnología que permite vislumbrar la pintura que hay debajo, sin dañar el original- dos palomas, como pintaba su padre, una gran influencia para él.  

Descubrieron que muchos artistas reutilizaban sus lienzos, como en el caso del impresionista Edgar Degas, en el que se ve el retrato de una mujer debajo del retrato de otra mujer, ambas mirando en distinta dirección.  El retrato del muchacho, Don Ramón Satué, hecho por Goya, esconde la figura de un general del ejercito de caballería napoleónico sentado en una silla.  Y la lista continúa: Retrato de Isabella Romola de'Medici de Alessandro Allori; Vista de las arenas de Scheveningen de Hendrick van Anthonissen -se oculta en la playa una ballena encallada-; Naturaleza muerta con flores de pradera de Vincent Van Gogh -en la pintura que está debajo se esconden dos luchadores semidesnudos-.

Suponen que los motivos para la reutilización pueden ser variados, en general, la razón con mayor consenso es por motivos económicos.  Reutilizaban el lienzo porque la mayoría de estos artistas vivían en la pobreza.  Para conversar sobre esto quería compartir esta entrada: por la pobreza del artista.  El arte puede provenir de cualquier fuente, pero no persigue el dinero.  No persigue la fama.  El arte persigue el arte, nace y es expresado por el placer de comunicar, por ese acto de expulsar del artista su obra, PERSIGUE EL IMPULSO CREADOR

Bienvenidas las ventas, no quiero decir que tenemos que conformarnos con vender un libro, como Van Gogh que vendió sólo un cuadro en toda su vida, si vendemos podemos seguir produciendo, no estoy en contra de las ventas, por favor, que no se malinterprete.  Quiero decir que el dinero, la fama, el reconocimiento de los demás no debe pensarse como algo devenido del arte.  El arte se expresa y ese ya es el éxito, el éxito es la comunicación del arte.  Es redundante decirlo así porque arte es el gesto de comunicar, pero lo aclaro porque hay gente que cree que arte es negocio.

Si buscás riquezas dedicate a la bicicleta financiera o a generar dividendos a través de la compra de acciones.  Podés dar créditos para generar deuda, obtener intereses, pero no hagas arte.  EL ARTE SE DESENVUELVE EN LA POBREZA.  Y digo pobreza, digo austeridad, digo simpleza, digo esencia. El arte prescinde de codicia, no pretende riquezas y es reconocido con el tiempo.  El arte que conmueve, ese que impacta, obtiene resultados a largo plazo, son resultados sólidos, duraderos, provienen del provecho que le de la historia. Esto en contraste con la fama volatil de algo que no tiene sustento y es comercial.

¿Por qué el arte no quiere destacarse? Porque todos somos iguales.  Todos somos valiosos haciendo algo y todos podemos comunicar nuestro valor.  Vi un hombre que hacía figuras de animales con un tronco y una motosierra.  ¿O creías que tenías que salir en la televisión para ser importante? No señor, ya sos importante y el arte persigue la belleza.  En la tele ves lo que quieren que veas, nos quieren hacer creer que si no tenemos fortunas no podemos ser felices.  El arte no necesita de ostentaciones, está comprobado que con un lienzo -usado- y un poco de pintura se hicieron obras maestras.

Tuve un sueño, siempre me pregunté cuál era mi misión, cómo podía colaborar con el mundo desde la escritura, entonces soñé y entendí cómo es que los escritores somos necesarios, me levanté durante la noche y escribí:

"La poesía es la foto de la belleza, surge en imágenes y metáforas.
Es la posibilidad de paz entre los hombres, se guarda en una maleta gris con tiras de cuero negras.
La poesía es el mosquito que no deja dormir al diablo, a ese que no tolera la belleza en el mundo".

Por eso, debemos seguir escribiendo, transformando el dolor en belleza aunque sea sobre una hoja usada.

Cariños y hasta mañana.





viernes, 5 de enero de 2018

El dinero y su rueda



 El dinero y su rueda,
el dinero y sus números huecos,
el dinero y su rebaño de espectros.

El dinero es una fastuosa geografía:
montañas de oro y cobre,
ríos de plata y níquel,
árboles de jade
y la hojarasca del papel moneda.

Sus jardines son asépticos,
su primavera perpetua está congelada,
sus flores son piedras preciosas sin olor,
sus pájaros vuelan en ascensor,
sus estaciones giran al compás del reloj.

El planeta se vuelve dinero,
el dinero se vuelve número,
el número se come al tiempo,
el tiempo se come al hombre,
el dinero se come al tiempo.

La muerte es un sueño que no sueña el dinero.
El dinero no dice tú eres:
el dinero dice cuánto.

Más malo que no tener dinero
es tener mucho dinero.

Saber contar no es saber cantar.

Alegría y pena
ni se compran ni venden.

La pirámide niega al dinero,
el ídolo niega al dinero,
el brujo niega al dinero,
la Virgen, el Niño y el Santito
niegan al dinero.

El analfabetismo es una sabiduría
ignorada por el dinero.

El dinero abre las puertas de la casa del rey,
cierra las puertas del perdón.

El dinero es el gran prestidigitador
evapora todo lo que toca:
tu sangre y tu sudor,
tu lágrima y tu idea.
El dinero te vuelve ninguno.

Entre todos construimos
el palacio del dinero:
el gran cero.

No el trabajo: el dinero es el castigo.
El trabajo nos da de comer y dormir:
el dinero es la araña y el hombre la mosca.
El trabajo hace las cosas:
el dinero chupa la sangre de las cosas.
El trabajo es el techo, la mesa, la cama:
el dinero no tiene cuerpo ni cara ni alma.

El dinero seca la sangre del mundo,
sorbe el seso del hombre.

Escalera de horas y meses y años:
allá arriba encontramos a nadie.

Monumento que tu muerte levanta a la muerte.



OCTAVIO PAZ

jueves, 4 de enero de 2018

Letras argentinas: Elsa Bornemann

Mi primer libro de cuentos "¡Socorro!" de Elsa Bornemann, Editorial Rei Argetina, 1993.




Escrito, con hojas sueltas, amarillas por el tiempo y la humedad de las distintas casas que habité.  Recuerdo todavía la sensación que me generó la mirada de Frankestein cuando lo vi en los estantes de la librería, me sigue pasando.  Me parece una mirada tierna, paciente, con una delgadez lastimosa.  No me dio miedo, más bien diría admiración.  Admiré ese Frankenstein.  Lo hablaré con mi psicóloga, tal vez se haga una panzada si lo vincula con los hombres con los que mantuve relación.  No estoy diciendo que sean monstruosos, pero eso lo desarrollaremos en la próxima sesión.  Ahora les presento este libro de terror con 12 cuentos que, como dice la portada, son "para caerse de miedo".  

Uno de los cuentos que más recuerdo es "La casa viva", aquí un fragmento, página 57:


   (...) En los peldaños de la escalera, huellas de arena que iban hacia la planta alta.  Para los tres hechos, los hermanos hallaron explicaciones más o menos lógicas.  Ninguno de los dos quería confesar que empezaba a sentir verdadero miedo, mucho miedo.
   Aquella fue una noche de luna llena.  Todo el paisaje marino parecía detenido en la inmovilidad de una tarjeta postal.
   Después de hablar por teléfono con sus padres, Greta y Marvin salieron a caminar un poco por su playita "particular"... estaban alegres tras la conversación.  ¿Un "poco" caminaron? ¡Poquísimo! Porque -ahora- ambos iban juntos y ambos pudieron oir cómo eran seguidos por unas pisadas, dos o tres metros a sus espaldas.  Sin embargo, por allí no caminaba otra persona que los hermanos.
   Las pisadas habían partido cerca de la casa y llegaban hasta casi las orillas, hasta el mismo lugar donde Greta y Marvin sintieron pavor y regresaron -a la carrera- de vuelta adentro.

   Como la noche había sido tan serena, pudieron observar -a la mañana siguiente- las marcas en la arena de sus propias huellas más otras, ésas que los habían seguido y que -ahora, a la luz del sol- miraban cómo se perdían en el mar.
   -Llamemos a mami.  Quiero que ellos vengan antes, que adelanten el viaje... o nos vamos nosotros, Marvin -le rogaba Greta a su hermano-. Tengo miedo; estoy muerta de miedo.
   -Los vamos a preocupar mucho.  Y -además- ¿Qué les decimos? ¿Que estamos asustados por un fantasma?  Si el sábado a la madrugada ya van a llegar... dale, nena, confianza en mí.  No seré Superhombre pero conmigo no va a poder un vulgar fantasmita... después de todo, estamos bien, ¿O no?
   Semi convencida, Greta dijo que sí -durante el resto de ese día- se quedaron a comer en la playa, provistos como habían ido con una canasta de alimentos, sombrilla, reposeras, revistas, paletas y la infaltable novela de amor de Greta.  Pasaron un día "bárbaro", como decían ellos.  La inquietud de las horas pasadas parecía haber quedado definitivamente atrás.
   Pero no.

   Cuando regresaron a la casa -alrededor de las ocho de la noche- Marvin subió a darse un baño.  Estaba convertido en una "milanesa humana", después del juego de enterrarse en la arena hasta el cuello.
   Greta sacudía las lonas -antes de entrar- cuando alcanzó a oír el piiiip del contestador telefónico, anunciando que acababa de grabarse un llamado.  Corrió hacia el aparato-
   -Llamado de mami, seguro -pensó.
   Puso en funcionamiento el rebobinador de la casete de grabación y se dispuso a escuchar el mensaje.
   Lo que escuchó le sacudió el corazón.
   Era la voz de un jovencito -sin dudas- que se expresaba medio como pegando cada palabra con la siguiente, tal como si hiciera un esfuerzo sobrehumano para hablar y que decía:
   -EestoooyenamoraaadodeGreeta.  AamoooaGreetaa.  QuieeroqueedarmesooloconGreetaaa.
   Estas tres oraciones -estiradas como goma de mascar- eran repetidas hasta que concluía el tiempo de grabación con un largo suspiro entrecortado.
   La chica corrió escaleras arriba.  Se oía la ducha y el canturreo de Marvin.  Ya iba a llamarlo -angustiada- cuando vio que el teléfono del cuarto de su hermano estaba descolgado.
   -Ajá.  Conque fue él.  Qué broma siniestra me hizo el condenado.  Ya me las va a pagar.
   Entró en el cuarto de Marvin -de puntillas, y colgó el auricular.
   -Ahora va a venir aquí a vestirse.  Buen susto le voy a dar.
   Y Greta decidió ocultarse debajo de la cama.
   Ya llegaría Marvin, ya buscaría sus zapatillas... y entonces... -¡Zápate!- ella le tomaría las manos.  Creyendo -como el creería- que su hermana se encontraba en la planta baja... ¡Ja!
   Va a ver, ése.  Se le van a erizar los pelos...
   Greta levantó -entonces- la colcha.  Se arrodilló junto a la cama.  Empezaba a acostarse sobre el parquet cuando vio -junto a las zapatillas de su hermano- aquellos pies descalzos, separados de todo cuerpo.  Un par de pies de varón salieron disparando de la habitación, como al impuso de los gritos de la jovencita. (...)



Interesante, ¿No?  Esta lectura se recomienda a partir de los 11 años, ideal para iniciar a los chicos en el hábito de la lectura y la imaginería.  Enlazo aquí una nota que escribí a propósito de "Cómo hacer que los niños lean", para la revista Hoy en Positivo.

Cariños.




miércoles, 3 de enero de 2018

Hoy nos visita: León Molina




PÁJARO DE LUZ

Aturdido por el jadeo
alcanzo la cumbre del monte.
Y al mismo tiempo estoy aquí
y debajo y alrededor
como nube que pasa.
Estoy contaminado de paisaje.
No encontrará su nido
el pájaro de luz
que me atraviesa. 

León Molina


martes, 2 de enero de 2018

Año nuevo, ¿Y ahora?

Y ahora, depende de cada uno.


Estoy en la casa de una amiga, cenando una picada, y recordé que tenía que subir una nota al blog. Mi amiga me dice: "Aprovechá para hacerla ahora, mientras voy entrando despacito esto". Y levanta la mesa que improvisamos en el patio, debajo de la parra. 

Es que si queremos conseguir algo, debemos ser constantes, sin excusas, sin postergación. Empezó el año, ok, pero la actitud nuestra debe acompañar esa renovación a favor de nuestros intereses. 

De pronto, hasta mi amiga estaba de acuerdo con que subiera esta nota.  De manera inesperada, el mundo colabora con nuestro propósito.

Ya no hay forma de dar excusas. No las tengo.

Cariños.






lunes, 1 de enero de 2018

Reproche, idea, presente y proceso



Esta es la luz que emite el monitor de mi computadora y se refleja en la pared de mi casa.  Esto está pasando ahora, estoy escribiendo esta nota en la última hora del día y me alumbra sólo la pantalla. ¿Cuál es el mensaje? El mensaje es que es ahora.  Ahora estoy escribiendo y no antes.  Ahora tenía que ser ¿Por qué digo esto? Hoy pensé en que sería interesante comenzar el año 2018 escribiendo una nota cada día.  Así estaría siendo coherente con las metas que me impuse para este año, me pareció buena idea.  Lo que sucedió fue que, luego de pensar en eso, otro pensamiento vino: "¿Cómo no lo hice antes?".  Apareció el viejo y conocido reclamo "¿Qué hice en todo este tiempo?", acompañó un "No me costaba nada hacerlo", resonó el legendario "Cuánto tiempo perdí" y todo esto concluye dándole forma al conocido reproche.

El reproche aparece en escena justo después de la buena idea.  Me pregunto ¿Esto es así? ¿Si me lo estoy reprochando es porque considero que hice algo mal?, ¿Si hice algo mal antes, entonces, ahora estaría haciendo bien?

Imaginé que podría ser muy probable que a alguien le pasara algo parecido: frente a la nueva idea o la experiencia de algo positivo, aparece el reclamo al "yo"anterior, al que no lo hizo antes, al que no se dio cuenta o no supo hacerlo. Por eso, te invito a que pienses un momento si hay algo en tu vida del pasado que estés reprochándote por no haber hecho.  Una culpa doblada en algún cajón.

¿Cómo hice para disolver esa culpa?  Aceptando.  Justamente, entendiendo que la que fui no se dio cuenta, no supo hacerlo, no pudo o no quiso hacer algo diferente a lo hecho, en efecto.  La que fui estaba ocupada en otros temas fundamentales para que hoy pudiera elegir hacer algo distinto y positivo.  La que fui era necesaria para que hoy cambie.  La anterior a la que hoy decide fue fundamental en el proceso, hizo lo que pudo en su momento.  Ver el proceso, no compartimentos estancos.

Me parece que lo mejor para disolver ese reclamo autoinfligido es considerar que ya no somos los que no hicieron, no somos los mismos. Sólo tenemos el presente.  Nuestro presente, ese que moldeamos y respiramos, es ahora, hoy podemos hacer algo mejor que ayer, sin culpas, sin demandas.  Ayer no pudimos, hoy sí podemos.  

Agradedemos y celebramos que hoy podemos.   Ayer no era el momento, hoy es el momento, hoy aprendimos algo nuevo aunque no definamos con claridad cuál es ese recurso ganado.  Confiemos en el proceso.



Cariños.