domingo, 7 de enero de 2018

El genio de la multitud

... y así no hay forma de matarme.


 Y de pronto, encuentro un poema de Charles Bukowski y es uno de los pocos que me gustan del borrachín.  Para ser honesta, no me gustan sus poemas groseros, eructados.  Lejos de parecerme una cruda imagen de lo real, se acerca más a la fatalidad de una descompostura.  Hay otro que me gusta, ¿Así que quieres ser escritor?

Pero éste es especial.  Este poema, El genio de la multitud, me hace aplaudirlo, reivindica todo lo dicho:


Hay suficiente traición y odio, violencia,
necedad en el ser humano corriente
como para abastecer cualquier ejército o cualquier
jornada.
Y los mejores asesinos son aquellos
que predican en su contra.
Y los que mejor odian son aquellos
que predican amor.
Y los que mejor luchan en la guerra
son -AL FINAL- aquellos que
predican
PAZ.
Aquellos que hablan de Dios
necesitan a Dios.
Aquellos que predican paz
no tienen paz.
Aquellos que predican amor
no tienen amor.
Cuidado con los predicadores
cuidado con los que saben.
Cuidado con aquellos que están siempre
leyendo libros.
Cuidado con aquellos que detestan
la pobreza o están orgullosos de ella.
Cuidado con aquellos de alabanza rápida
pues necesitan que se les alabe a cambio.
Cuidado con aquellos que censuran con rapidez:
tienen miedo de lo que no conocen.
Cuidado con aquellos que buscan constantes
multitudes;
no son nada solos.
Cuidado con
el hombre corriente
con la mujer corriente.
Cuidado con su amor.
Su amor es corriente, busca
lo corriente.
Pero es un genio al odiar
es lo suficientemente genial
al odiar como para matarte, como para matar
a cualquiera.
Al no querer la soledad
al no entender la soledad
intentarán destruir
cualquier cosa
que difiera
de lo suyo.
Al no ser capaces
de crear arte
no entenderán
el arte.
Considerarán su fracaso
como creadores
sólo como un fracaso
del mundo.
Al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es
incompleto
y entonces te
odiarán.
Y su odio será perfecto
como un diamante resplandeciente
como una navaja
como una montaña
como un tigre
como cicuta
Su mejor
ARTE.

CHARLES BUKOWSKI

Me recuerda a un tema de George Harrison "Cuidado con la oscuridad", uno de mis preferidos, aquí lo comparto



 

¿Y qué tiene que ver Frida con todo esto? Nada, estaba tomando un café con ella.


Hasta mañana.

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