miércoles, 29 de marzo de 2017

Refranes

Los refranes populares guardan la sabiduría del tiempo.  Se mantienen vigentes.  Puede ser que ocupen una capa profunda en el inconsciente, también puede ser que se trate de voces que supieron interpretar alguna creencia arraigada en lo humano.  El mensaje es tan claro, tan directo, ha encontrado el pasadizo para llegar a la luz de la conciencia, como si viajara sobre una cabalgadura de interpretaciones comunes, simples.

Estos pensamientos atraviesan los años, se abren como puertas, caminan entre la gente del mundo:


De noche, todos los gatos son pardos.

Un barco que tiene cien marinos puede subir una montaña.

Al clavo salido le toca siempre el martillazo.

El pez que se escapa siempre parece el más grande.

Con leña prometida no se calienta la casa.

De tal palo, tal astilla.

El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses.

Encontrarse es el comienzo de la separación.

Incluso los monos se caen de los árboles.

El que no llora, no mama.

La nieve no rompe las ramas del sauce.

Los ladrones tendrán tiempo para descansar; los vigilantes jamás.

Lo barato sale caro.

Si vas a creer todo lo que lees, mejor no leas.

La lluvia sólo es un problema si no te quieres mojar.

La rana en el fondo del charco no sabe nada del gran océano.

Los perros más cobardes son los que más ladran.

Si nadie habita una casa, ésta pronto se caerá.

Tarde o temprano, la disciplina vencerá a la inteligencia.

De lejos se reconoce al pájaro que es canario.


Cariños.

martes, 28 de marzo de 2017

Miguel Hernández, "El niño de la noche"



Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!
Pablo Neruda.


EL NIÑO DE LA NOCHE
Miguel Hernández

Riéndose, burlándose con claridad del día,
se hundió en la noche el niño que quise ser dos veces.
No quise más la luz. ¿Para qué? No saldría
más de aquellos silencios y aquellas lobregueces.

Quise ser... ¿Para qué?... Quise llegar gozoso
al centro de la esfera de todo lo que existe.
Quise llevar la risa como lo más hermoso.
He muerto sonriendo serenamente triste.

Niño dos veces niño: tres veces venidero.
Vuelve a rodar por ese mundo opaco del vientre.
Atrás, amor. Atrás, niño, porque no quiero
salir donde la luz su gran tristeza encuentre.

Regreso al aire plástico que alentó mi inconsciencia.
Vuelvo a rodar, consciente del sueño que me cubre.
En una sensitiva sombra de transparencia,
en un íntimo espacio rodar de octubre a octubre.

Vientre: carne central de todo lo existente.
Bóveda eternamente si azul, si roja, oscura.
Noche final en cuya profundidad se siente
la voz de las raíces y el soplo de la altura.

Bajo tu piel avanzo, y es sangre la distancia.
Mi cuerpo en una densa constelación gravita.
El universo agolpa su errante resonancia
allí, donde la historia del hombre ha sido escrita.

Mirar, y ver en torno la soledad, el monte,
el mar, por la ventana de un corazón entero
que ayer se acongojaba de no ser horizonte
abierto a un mundo menos mudable y pasajero.

Acumular la piedra y el niño para nada:
para vivir sin alas y oscuramente un día.
Pirámide de sal temible y limitada,
sin fuego ni frescura. No. Vuelve, vida mía.

Mas, algo me ha empujado desesperadamente.
Caigo en la madrugada del tiempo, del pasado.
Me arrojan de la noche. Y ante la luz hiriente
vuelvo a llorar desnudo, como siempre he llorado.


Cariños.

lunes, 27 de marzo de 2017

El teatro

Dicen por ahí que hoy es el día mundial del teatro.  Le tengo especial cariño al teatro porque no existe obra teatral sin poesía, a mi modo de ver.  Las escenas que más me conmovieron en un teatro estuvieron vinculadas a la poesía con alto contenido artístico.  Así es como creo que el teatro es poesía atravesada por los cuerpos de los actores.

Busqué algunas frases de otros autores sobre el teatro, para entretenernos un poco y reflexionar otro tanto, claro:

"La vida es una buena obra de teatro con un tercer acto mal escrito".  Truman Capote.

"He disfrutado mucho con esta obra de teatro. Especialmente en el descanso".  Groucho  Marx.

"Es tremendamente difícil escribir una obra de teatro. La propia esencia del drama exige al dramaturgo que se adentre en personajes opuestos. No es un juez, es un creador; incluso si su primer intento dramático comprende sólo dos personajes, ha de vivir plenamente con ellos, cualquiera que sea su estilo. Esta entrega total de uno a otro personaje -principio en que se basan todas las obras de Shakespeare y de Chejov- es una tarea sobrehumana".  Peter Brook.

"El aplauso del público ante una obra de teatro tiene algo tan intenso como fugaz. Cuando se acaba la función y el público se dispersa, experimento una especie de melancolía".  Abilio Estévez.

"Una tremenda escena de silencio en una obra de teatro escandalosa".  Emilio Bueso.

"El teatro no se hace para cantar las cosas, sino para cambiarlas".   Vittorio Gassman.

"El teatro es tan infinitamente fascinante, porque es muy accidental, tanto como la vida".  Arthur Miller.

"Nos hemos reunido en este loco y antiguo teatro Para pregonar nuestra pasión de vivir y huir de la multitudinaria sabiduría de las calles".  Jim Morrison.

"La fascinación por el teatro entró en mi alma gracias a tres acontecimientos que marcaron profundamente mi alma infantil: participé en el entierro de un bombero, vi un ataque epiléptico y escuché cantar al príncipe chino".  Alejandro Jodorowsky.

"Sin el amor, el ser humano no puede sentir la necesidad de crear. La base de la creación parte del amor, de la necesidad de amar, de compartir, de comunicar, y es por el amor que hemos creado el teatro".  Marcel Marceau.

"Todo ser humano es teatro, aunque no todos hacen teatro. El ser humano puede verse en el acto de ver, de obrar, de sentir, de pensar. Puede sentirse sintiendo, verse viendo y puede pensarse pensando. ¡Ser humano, es ser teatro!".  Augusto Boal.

"Uno no va al teatro para escapar de sí, sino para restablecer el contacto con el misterio que somos todos".  Alejandro Jodorowsky.




Cariños.



martes, 21 de marzo de 2017

Día mundial de la poesía



Sin duda.  Al menos para mí, así es, funciona como una liberación.  La producción de poesía es una manera positiva de transformación y creación.  Conectar con el mundo desde una mirada poética puede ser liberador, coloca al creador en la distancia justa de su realidad. Sí, es también resistencia.  Sí, es también supervivencia.

Hoy es el día mundial de la poesía. Recuerdo algunos poemas que fueron germen, origen.  Algunas palabras que me arrimaron en ese sentido, creo que el primero en acercarse fue un poema de Mario Benedetti: "Hagamos un trato".  Había aprendido a leer y lo leía casi todos los días en un cuadro que mi madre tenía en su habitación.  Lo aprendí de memoria y no sabía que eso era poesía.



HAGAMOS UN TRATO
Mario Benedetti

Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo.

Si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo.

Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo.

Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted.

Es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.





Cariños y feliz día.

domingo, 19 de marzo de 2017

Jardín

JARDÍN

Cuánta riqueza, qué destino formidable
los dejaron pasar a un jardín coincidente.

Rara vez un hombre y una mujer coinciden con la frescura
mirando ambos el mismo brote rojo
que aparece de golpe como una bendición.

Pero uno iba a otros parques y una ansiaba el regreso
era poco el tiempo y cada vez menos.

Ella pasó por el jardín y qué tristeza
y quedó sola con el vástago seco, asumido
el césped ya no conversaba en el fondo.
Buscó el mismo brote rojo que había sido una vez
y encontró la tristeza y sola y un pimpollo muerto.

Él iba a otros parques
y en un descuido
entró la noche con su mano.

Ana Maidana.  "Pausas de Madera".




Cariños.



martes, 14 de marzo de 2017

En una cajita de fósforos

Porque en una cajita de fósforos se encuentra todo esto, como nos dice ella, la de siempre, la sin tiempo:


EN UNA CAJITA DE FÓSFOROS
María Elena Walsh


En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.

Un rayo de sol, por ejemplo
(pero hay que encerrarlo muy rápido,
si no, se lo come la sombra)
Un poco de copo de nieve,
quizá una moneda de luna,
botones del traje del viento,
y mucho, muchísimo más.

Les voy a contar un secreto.
En una cajita de fósforos
yo tengo guardada un lágrima,
y nadie, por suerte la ve.
Es claro que ya no me sirve
Es cierto que está muy gastada.

Lo sé, pero qué voy a hacer
tirarla me da mucha lástima.

Tal vez las personas mayores
no entiendan jamás de tesoros
Basura, dirán, cachivaches
no sé porque juntan todo esto.
No importa, que ustedes y yo
igual seguiremos guardando
palitos, pelusas, botones,
tachuelas, virutas de lápiz,
carozos, tapitas, papeles,
piolín, carreteles, trapitos,
hilachas, cascotes y bichos.

En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.
Las cosas no tienen mamá.



Cariños.

lunes, 13 de marzo de 2017

La muerte del pájaro

Cuando murió Camiseta.  Fue impactante para mí, era un pájaro muy alegre, cantaba todas las mañanas.  Y como todo lo que me impacta va a parar a un poema, con ustedes:


LA MUERTE DEL PÁJARO
Ana Maidana



La muerte del pájaro entró por el burlete

y yo de espaldas.



Quedó el cuerpo encogido en plumas tiesas

como una cosa siendo cosa

y de forma entreabierta

la cosa se abre, se vacía, se apaga

su ojo blanco se monta

en su buena suerte para la desgracia

y se va.



No es nada

es un pájaro que se retira de frente

se inmoviliza

es todo pico

duerme su cabeza.




Cariños.

domingo, 12 de marzo de 2017

Los heraldos negros

Hay algunos poemas que tienen que estar aquí, como éste:


LOS HERALDOS NEGROS
César Vallejo


Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... pobre... ¡Pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!




Cariños.


sábado, 11 de marzo de 2017

Un poemario está concluido: "Pausas de madera"




Aquí un adelanto de estas Pausas, todavía inéditas.



TE AMÉ



Te amé

te rocié

floreciste

te miré la juventud

tirado en la cama del hotel

juventud mágica en tu cuerpo.


Te amasé el pan, le puse ajo, lo comiste

te di Casuarinas a la orilla del río.


Ahora tiro el amor que te daba

como se tira el agua sucia

luego de bañar al bebé.



Ana Maidana, "Pausas de madera".

Cariños.

jueves, 9 de marzo de 2017

Los Libertadores




LOS LIBERTADORES
Pablo Neruda



AQUÍ viene el árbol, el árbol
de la tormenta, el árbol del pueblo.
De la tierra suben sus héroes
como las hojas por la savia,
y el viento estrella los follajes
de muchedumbre rumorosa,
hasta que cae la semilla
del pan otra vez a la tierra.

Aquí viene el árbol, el árbol
nutrido por muertos desnudos,
muertos azotados y heridos,
muertos de rostros imposibles,
empalados sobre una lanza,
desmenuzados en la hoguera,
decapitados por el hacha,
descuartizados a caballo,
crucificados en la iglesia.

Aquí viene el árbol, el árbol
cuyas raíces están vivas,
sacó salitre del martirio,
sus raíces comieron sangre
y extrajo lágrimas del suelo:
las elevó por sus ramajes,
las repartió en su arquitectura.
Fueron flores invisibles,
a veces, flores enterradas,
otras veces iluminaron
sus pétalos, como planetas.

Y el hombre recogió en las ramas
las caracolas endurecidas,
las entregó de mano en mano
como magnolias o granadas
y de pronto, abrieron la tierra,
crecieron hasta las estrellas.

Éste es el árbol de los libres.
El árbol tierra, el árbol nube,
el árbol pan, el árbol flecha,
el árbol puño, el árbol fuego.
Lo ahoga el agua tormentosa
de nuestra época nocturna,
pero su mástil balancea
el ruedo de su poderío.

Otras veces, de nuevo caen
las ramas rotas por la cólera
y una ceniza amenazante
cubre su antigua majestad:
así pasó desde otros tiempos,
así salió de la agonía
hasta que una mano secreta,
unos brazos innumerables,
el pueblo, guardó los fragmentos,
escondió troncos invariables,
y sus labios eran las hojas
del inmenso árbol repartido,
diseminado en todas partes,
caminando con sus raíces.
Éste es el árbol, el árbol
del pueblo, de todos los pueblos
de la libertad, de la lucha.

Asómate a su cabellera:
toca sus rayos renovados:
hunde la mano en las usinas
donde su fruto palpitante
propaga su luz cada día.
Levanta esta tierra en tus manos,
participa de este esplendor,
toma tu pan y tu manzana,
tu corazón y tu caballo
y monta guardia en la frontera,
en el límite de sus hojas.

Defiende el fin de sus corolas,
comparte las noches hostiles,
vigila el ciclo de la aurora,
respira la altura estrellada,
sosteniendo el árbol, el árbol
que crece en medio de la tierra.


Cariños.

lunes, 6 de marzo de 2017

Porque me cree su perro

PORQUE ME CREE SU PERRO
Oliverio Girondo


Y sacáreme la niebla
el turbio zumo oscuro del traspienso
la pulpa
la soborra de mente
toda su gris resaca me sacaré hasta el meollo
antes de que se asiente
la áspera espera arena que taté teté yo y lamí
y tragué yo en la sed
a trago tardo largo
lo hueco
lo plenamente hueco y que no es más que hueco
pero crece
sin fin ni sino o causa o pauta o pausa me sacaré yo el lastre que no lastra
por no saber a piedra
por no saber saber
ni saber no saber
los decesos del seso y sus desechos me sacaré yo de pie
junto con tanta sombra sórdida que sobra de cuanto fue y no fue
o fue fue
y no se fue
aunque retorne al árbol del primo primo simio me sacaré yo sin tino la maraña
demasiadísimo humana
y mil y miles vueltas y revueltas y contras y recontras
y sus colas
y sus entelequitas y emocioncitas nómadas
y más y más
de cuajo me sacaré el obtuso yo zurdo absurdo burdo que aún busca ser herido aunque sonría
entre otros obvios sordos escombros naturales
y restos casi muertos de algún yo otro propio que todavía ulula
porque me cree su perro.





Cariños.

domingo, 5 de marzo de 2017

Estrella

ODA A UNA ESTRELLA
Pablo Neruda


ASOMANDO a la noche
en la terraza
de un rascacielos altísimo y amargo
pude tocar la bóveda nocturna
y en un acto de amor extraordinario
me apoderé de una celeste estrella.

Negra estaba la noche
y yo me deslizaba
por la calle
con la estrella robada en el bolsillo.
De cristal tembloroso
parecía
y era
de pronto
como si Ilevara
un paquete de hielo
o una espada de arcángel en el cinto.

La guardé
temeroso
debajo de la cama
para que no la descubriera nadie,
pero su luz
atravesó
primero
la lana del colchón,
luego
las tejas,
el techo de mi casa.

Incómodos
se hicieron
para mí
los más privados menesteres.

Siempre con esa luz
de astral acetileno
que palpitaba como si quisiera
regresar a la noche,
yo no podía
preocuparme de todos
mis deberes
y así fue que olvidé pagar mis cuentas
y me quedé sin pan ni provisiones.

Mientras tanto, en la calle,
se amotinaban
transeúntes, mundanos
vendedores
atraídos sin duda
por el fulgor insólito
que veían salir de mi ventana.

Entonces
recogí
otra vez mi estrella,
con cuidado
la envolví en mi pañuelo
y enmascarado entre la muchedumbre
pude pasar sin ser reconocido.
Me dirigí al oeste,
al río Verde,
que allí bajo los sauces
es sereno.

Tomé la estrella de la noche fría
y suavemente
la eché sobre las aguas.

Y no me sorprendió
que se alejara
como un pez insoluble
moviendo
en la noche del río
su cuerpo de diamante.



Cariños.

miércoles, 1 de marzo de 2017

"Rosal, menos presunción"




ROSAL
de Francisco de Quevedo


Rosal, menos presunción
donde están las clavellinas,
pues serán mañana espinas
las que agora rosas son.

¿De qué sirve presumir,
rosal, de buen parecer,
si aun no acabas de nacer
cuando empiezas a morir?
Hace llorar y reír
vivo y muerto tu arrebol
en un día o en un sol:
desde el Oriente al ocaso
va tu hermosura en un paso,
y en menos tu perfección.
Rosal, menos presunción
donde están las clavellinas,
pues serán mañana espinas
las que agora rosas son.

No es muy grande la ventaja
que tu calidad mejora:
si es tus mantillas la aurora,
es la noche tu mortaja.
No hay florecilla tan baja
que no te alcance de días,
y de tus caballerías,
por descendiente de la alba,
se está riendo la malva,
cabellera de un terrón.
Rosal, menos presunción
donde están las clavellinas,
pues serán mañana espinas
las que agora rosas son.