jueves, 23 de abril de 2015

Antología del Management Latinoamericano

16 Voces que cambiaron el mundo del Management, Marketing, Mentoring, RRHH y Project Manager

Hoy se entregaron los ejemplares tan esperados: en esta oportunidad, tuve el privilegio de acompañar a la Red Global de Mentores en su primera antología, especialmente con sus miembros fundadores latinoamericanos.  Una experiencia que merece ser compartida.  Se trata del encuentro de diferentes miradas que aportan al diseño de una vida en sintonía con los propios deseos, abarcando temas de influencia en relación a lo personal, laboral, profesional, de relaciones.  

Representantes de distintos paisajes del continente, hermanados con el mismo fin: hacer Mentoring, al servicio de los demás.



Los autores:

Alejandro Motta de Rosario, Argentina: "Reflexiones de un emprendedor serial"

Héctor Orlando Ayala Morales de San Pedro Sula, Honduras: "La confianza, pilar del mentor"

Milagro López Sanabria de Salta, Argentina: "De aprendices a mentoras"

Nelson Rueda Restrepo de Medellín, Colombia: "El mentor como generador de conversaciones de desempeño"

Jaime España Eraso de Bogotá, Colombia: "El conflicto en la empresa altamente productiva"

Johnny Dávila Cortez de Quito, Ecuador: "15 sencillas claves de líderes para sus organizaciones"

Lasca Ducas Yánez de Maracay, Venezuela: "Vendedor, ¿Dónde está mi lingote de oro?"

Lusbin Duarte Gómez de San José, Costa Rica: "Cierre de ventas: producto del cuidado en los detalles"

Enrique Rosas González de Caracas, Venezuela: "El arte de negociar en las cobranzas"

Jerry Báez de Monterrey, México: "Principios para un liderazgo desafiante"

Marianela Ruiz Cabezas de Quito, Ecuador: "Del conócete a ti mismo a la concreción de tu identidad soñada"

Maribel Belaval de Cestero de Guynabo, Puerto Rico: "La conquista de la felicidad"

Walter Terán Chiriboga de Lima, Perú: "Principios para conquistar tus metas y obtener lo mejor de ti"

José Manuel Bustos Cascante de San José, Costa Rica: "Pensamiento positivo para el éxito personal"

Javier García Delgado de La Paz, Bolivia: "Vivir con significado"

Carlos Navarrete de Lima, Perú: "Ciencias ancestrales, naturales y espaciales para el mentoring "Y""


Aquí mi prólogo en este estupendo logro:

"Bienvenido, querido lector, a la primera Antología del Management.  En esta inaugural entrega, reunimos dieciséis Maestros del Mentoring de Latinoamérica.

Y cuando nombro al Maestro también me estoy refiriendo, implícitamente, al Aprendiz.  No hay Maestro sin Aprendiz.  De la misma forma en que no hay padre sin hijo.  Uno se constituye a través del otro, se eligen mutuamente para desarrollarse y crecer. 

En esa relación de mutua aceptación y agradecimiento, en esa danza entre dar y recibir, el Maestro instruye a su discípulo mostrándole el camino, mientras que este último -aunque no lo sepa- le enseña cómo ser un Maestro.  

Mientras este libro se iba gestando, la propuesta era que cada Mentor otorgara su mayor aprendizaje proveniente de la experiencia de su labor, para ofrendarlo al lector.  Y así fue.  Aquí logramos plasmar una experiencia tras otra, un aprendizaje tras otro, una marea de herramientas de incalculable riqueza. 

Es por esto que me animo a afirmar que aquí mismo, si estás abierto a la experiencia, vas a encontrar la respuesta a tu pregunta.  Alguna de estas voces va a responder a la cuestión que venías abordando en tu empresa o en tu vida personal.

Los dejo en las manos de los mejores profesionales y citando a Walt Whitman en “Canto a mí mismo”:

Voy a decirte algo en secreto.
Es la hora de las grandes confidencias,
de decir grandes cosas al oído.
No se las diría a cualquiera,
pero a ti sí te las digo.  Escucha:"
                                              

                                                                         
Especial unión (aunque sea tan solo, como si fuera poco, literaria) del pueblo latinoamericano.  

Un libro que hay que tener.

Cariños.

domingo, 19 de abril de 2015

El cómplice

Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.
Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira.
Me incendian y yo debo ser el infierno.
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
No importa mi ventura o mi desventura.
Soy el poeta.



martes, 14 de abril de 2015

Y también Grass, tampoco Grass


Günter Grass, Premio Nobel de Literatura, se fue atrás de Galeano, o no sé quién siguió a quién, o se siguieron mutuamente, o ambos siguieron a un tercero que no conocemos, que ellos sí conocían y que seguramente era algún político.

Grass recibió el Premio Nobel de Literatura en 1999 y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

"El tambor de hojalata" del polaco, editada en 1959, su obra maestra.  Una novela adaptada para cine (ganó el Oscar para mejor película extrangera y Palma de oro del Festival de Cannes en 1979), para teatro, radio, traducida a varios idiomas.

Aunque no hayas leído el libro, ni mirado la película, seguramente algo te suena cuando te digo: El niño Oscar, la segunda guerra mundial, su madre le regala un tambor de hojalata y decide no crecer más.  Se va transformando en hombre, pero sigue siendo un niño con un tambor.  Esto lo cuenta el mismo Oscar desde un psiquiátrico, claro.

Parece que se van los grandes.  ¿Quiénes quedamos? ¿Qué vamos a hacer?

Cariños.






lunes, 13 de abril de 2015

Galeano

“Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó.  Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana.  Y dijo que somos un mar de fueguitos.

—El mundo es eso —reveló—.  Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”.






Gracias, Galeano.   Allá nos vemos.

Cariños.



sábado, 11 de abril de 2015

El Anciano y la Criatura




Una vez, una criatura llamada hombre, deseaba hacer algo más que el simple hecho de mirar cómo el sol salía por el este y cómo se ocultaba en su otro extremo.

En ese preciso momento, un sabio anciano se acercó y le dijo:
- Si deseas hacer algo por ti mismo y por otros como tú, sólo recorre este camino junto a mí.

La criatura se levantó y acompañó al anciano.  Caminó a su lado sin detenerse un minuto.  Observaba, al transitar el nuevo camino, cómo los árboles daban frutos y las praderas se teñían de bellos y diferenciados colores.

Algunas veces tenían tonalidades de blancos, otras veces ocres y en muchas otras, verdes y multicolores.

En un instante del sendero, el hombre le dijo al desconocido y silencioso anciano:
- Siento que cada vez que avanzamos, pasamos por el mismo lugar; aunque el paisaje nunca es el mismo.
- Es verdad... respondió el anciano.
- Y ¿Qué es lo que hace que todo cambie al pasar frente a mí?, preguntó el hombre.
- El trabajo de la Naturaleza, respondió sonrientemente el anciano sabio.
- ¿Y este camino, adónde me lleva?, insistió la criatura humana.
- ¡A donde tú quieras llegar! exclamó el anciano, mientras se alejaba lentamente.

El Hombre, apenas percibiendo la silueta del anciano, hizo su última pregunta, levantando su voz para que el sabio escuchase:
- ¿Quién eres tú?
- Pues, mi nombre es “TIEMPO”.


Relato extraído del Libro “Tres Poderes para la Superación Personal” del Lic. Fernando Daniel Peiró. Escritor / Coach del Ser.  Derechos Reservados.
www.peirocoach.com

Solo cuando fue el tiempo, sucedió.  El niño se hizo hombre, el carpintero se hizo Jesús.  
Solo cuando sea el momento, el fruto caerá.  Entonces, estaremos listos.

Cariños y un fuerte abrazo, Daniel.  Muchas gracias por estar.

viernes, 10 de abril de 2015

La sorpresa del escritor



“Lo que la gente que no escribe no entiende es que piensan que tu compones una  línea de forma consciente -pero no es así-.  Esta procede de tu inconsciente.  Así que tienes la misma sorpresa cuando emerge, que la que tiene el público cuando el cómico la dice.  No pienso en la broma y luego la digo.  La digo y luego me doy cuenta de lo que he dicho.  Y me río de ella, porque yo la estoy escuchando por primera vez.” 


Woody Allen, Revista Esquire, 2013.




jueves, 9 de abril de 2015

"Me excedí, supongo"

Hace poco conversaba con una escritora que está en pleno proceso de su libro, me decía "Me están pasando cosas, no puedo escribir ahora".  Y yo le dije: "Te están pasando cosas, es mejor que escribas ahora".

Cuando escribimos le damos forma a eso que nos pasa con relación a lo que sucede, le damos un cuerpo, un símbolo.  Lo sacamos para afuera y lo expulsamos.  Ya no está adentro, ahora está afuera.  Escribir sana. Escribir es una manera de ex-presar, ex-presado, sale por presión.  Cando escribo le doy forma y sano.

En esta dedicatoria de Pizarnik a Cortázar, Alejandra se deja llevar por esa catarsis, por ese devenir de los símbolos que comienzan a tomar forma.  Podemos leer un "Me excedí, supongo"...



"Y he perdido, viejo amigo de tu vieja Alejandra que tiene miedo de todo salvo (¡Ahora, oh Julio!) de la locura y de la muerte.  (Hace dos meses que estoy en el hospital.  Excesos y luego intento de suicidio que fracasó..."

Cuando las palabras quieren salir, dejalas que salgan.  Escribí.

Cariños.

viernes, 3 de abril de 2015

Judas

Soy Judas, el traidor,
y te di más que todos,
yo te di más que amor.
Para ellos la merced del heroísmo
y la docilidad de serte fieles,
porque ellos no afrontaron tu mirada
allá en Getsemaní.
Ojalá me hubieras dicho: "te comprendo,
lo estás haciendo bien.  Ánimo, Judas".
Ellos navegaban en barcas
que el prodigio salvaba de mareas tenaces,
yo me hundí hasta tocar fondo en los abismos
de este mar de ser hombre y acordarse.
Todos vieron los clavos y lloraron,
yo te inmolé para que amanecieras.
Convocaron a tantos para el drama,
Caifás, Anás, Herodes y Pilatos,
por qué también a mí.  Yo te quería.
Por qué habrán acuñado las monedas,
por qué las profecías.
Por qué el árbol aciago
como un ojo hechicero reclamándome
desde la sangre intacta de la Biblia.
Soy Judas, el traidor,
el que mejor cumplió con su destino.
El que entregó al que amaba.  Por amarlo.


Ester de Izaguirre de "Morir lo imprescindible", Editorial Vinciguerra, Buenos Aires, 2006.