sábado, 23 de abril de 2016

Los versos del Capitán - El alfarero


EL ALFARERO

Todo tu cuerpo tiene
copa o dulzura destinada a mí.

Cuando subo la mano
encuentro en cada sitio una paloma
que me buscaba, como si te hubieran, amor, hecho de arcilla
para mis propias manos de alfarero.

Tus rodillas, tus senos,
tu cintura faltan en mí como en el hueco
de una tierra sedienta
de la que desprendieron
una forma,
y juntos
somos completos como un solo río,
como una sola arena.


Pablo Neruda.



<<Los versos del Capitán>> es un libro de Pablo Neruda, editado en Italia en el año 1952 e impreso por su amigo Paolo Ricci.  

Neruda gana el Premio Nobel de Literatura en 1971.  Es un clásico de la poesía, una poesía clara, limpia, natural.  Amplia, muy amplia, de brazos abiertos que abarcan el río, los pájaros y todo el resto de una vez.


Cariños.

jueves, 21 de abril de 2016

Los hongos nacen en silencio




Los hongos nacen en silencio; algunos nacen en silencio; otros con un breve alarido, un leve trueno. 
Unos son blancos, otros rosados, ése es gris y parece una paloma, la estatua a una paloma; otros son dorados o morados. Cada uno trae -y eso es lo terrible- la inicial del muerto de donde procede.  Yo no me atrevo a devorarlos; esa carne levísima es pariente nuestra. 
Pero aparece en la tarde el comprador de hongos y empieza la siega.  Mi madre da permiso.  Él elige como un águila. Ese blanco como el azúcar, uno rosado, uno gris.  Mamá no se da cuenta de que vende a su raza.

Marosa Di Giorgo.

miércoles, 20 de abril de 2016

La memoria


Los viejos amores que no están
La ilusión de los que perdieron
Todas las promesas que se van
y los que en cualquier guerra se cayeron

Todo está guardado en la memoria
Sueño de la vida y de la historia

El engaño y la complicidad
de los genocidas que están sueltos
El indulto y el Punto Final
a las bestias de aquel infierno

Todo está guardado en la memoria
Sueño de la vida y de la historia

La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento

Los desaparecidos que se buscan
con el color de sus nacimientos
El hambre y la abundancia que se juntan
El maltrato con su mal recuerdo

Todo está clavado en la memoria
Espina de la vida y de la historia

Dos mil comerían por un año
con lo que cuenta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar

Todo está clavado en la memoria
Espina de la vida y de la historia

La memoria pincha hasta sangrar
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento

Todos los muertos de la AMIA
y los de la Embajada de Israel
El poder secreto de las armas
La justicia que mira y no ve

Todo está escondido en la memoria
Refugio de la vida y de la historia

Fue cuando se callaron las iglesias
fue cuando el fútbol se lo comió todo
que los padres palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo

Todo está escondido en la memoria
Refugio de la vida y de la historia

La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y no la dejan ser
libre como el viento

La bala a Chico Mendez en Brasil
150 mil guatemaltecos
los mineros que enfrentan al fusil
represión estudiantil en México

Todo está cargado en la memoria
Arma de la vida y de la historia

América con almas destruidas
Los chicos que mata el escuadrón
Suplicio de Mugica por las villas
Dignidad de Rodolfo Walsh

Todo está cargado en la memoria
Arma de la vida y de la historia

La memoria apunta hasta matar
a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento

León Gieco.


sábado, 2 de abril de 2016

Amado Nervo: amando, incluso, después de la muerte.

MI SECRETO


¿Mi secreto? ¡Es tan triste! Estoy perdido 
de amores por un ser desaparecido, 
por un alma liberta, 
que diez años fue mía, y que se ha ido... 
¿Mi secreto? Te lo diré al oído: 
¡Estoy enamorado de una muerta! 

¿Comprendes -tú que buscas los visibles 
transportes, las reales, las tangibles 
caricias de la hembra, que se plasma 
a todos tus deseos invencibles- 
ese imposible de los imposibles 
de adorar a un fantasma? 

¡Pues tal mi vida es y tal ha sido 
y será! 
Si por mí sólo ha latido 
su noble corazón, hoy mudo y yerto, 
¿he de mostrarme desagradecido 
y olvidarla, no más porque ha partido 
y dejarla, no más porque se ha muerto?


Amado Nervo.



SEIS MESES


¡Seis meses ya de muerta! Y en vano he pretendido 
un beso, una palabra, un hálito, un sonido... 
y, a pesar de mi fe, cada día evidencio 
que detrás de la tumba ya no hay más que silencio... 

Si yo me hubiese muerto, ¡qué mar, qué cataclismos, 
qué vértices, qué nieblas, qué cimas ni qué abismos 
burlaran mi deseo febril y omnipotente 
de venir por las noches a besarte en la frente, 
de bajar con la luz de un astro zahorí, 
a decirte al oído: No te olvides de mí. 

Y tú, que me querías tal vez más que te amé, 
callas inexorable, de suerte que no sé 
sino dudar de todo, el alma, del destino, 
¡y ponerme a llorar en medio del camino! 
Pues con desolación infinita evidencio 
que detrás de la tumba ya no hay más que silencio...


Amado Nervo



LOS MUERTOS MANDAN


“Los muertos mandan”.  ¡Sí, tú mandas, vida mía!
Si ejecuto una acción digo: “¿Le gustaría?”
Hago tal o cual cosa, pensando: “¡Ella, lo hacía!”

Busco lo que buscabas, lo que dejabas dejo,
amo lo que tú amabas, copio como un espejo
tus costumbres, tus hábitos... ¡Soy nomás tu reflejo!


Amado Nervo.



SOLO TÚ


Cuando lloro con todos los que lloran,
cuando ayudo a los tristes con su cruz,
cuando parto mi pan con los que imploran,
eres tú quien me inspira , sólo tú.

Cuando marcho sin brújula ni tino,
perdiendo de mis alas el albor
en unos barrizales del camino
soy yo culpable, solamente yo.

Cuando miro al que sufre como hermano;
cuando elevo mi espíritu al azul;
cuando me acuerdo de que soy cristiano,
eres tu quien me inspira, sólo tú.

Pobres a quienes haya socorrido,
almas oscuras a las que di luz;
¡No me lo agradezcáis, que yo no he sido!
Fuiste tú, muerta mía, fuiste tú...  


Amado Nervo.





Amado Nervo fue su seudónimo.  Su nombre: Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo.
Esta mujer tan amada, incluso después de su muerte y para siempre, se llamaba Ana Cecilia Luisa Daillez.

La vida de Amado Nervo estuvo cargada de muertes, desde muy temprana edad.  Tal vez por eso buscó a Dios fervientemente, lo buscó y escribió mucho respecto de lo que para él era Dios.

Su poema, el más conocido de sus poemas: "En paz", nos da la tranquilidad de que a pesar de sus penas logró terminar su vida "en paz", justamente.  El que decía así:

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida:

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas
mas no me prometiste tan sólo noches buenas
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!


Amado Nervo.



Cariños.