lunes, 26 de diciembre de 2016

Presentación del libro "Los cuentos de un gaucho" de José Ramón Rodríguez



Prólogo


Éste libro, “Los cuentos de un gaucho”, viene a mostrarnos la Patria.  Primeramente, nos acerca a los paisajes de la provincia, nos pinta las costumbres, elementos que utilizaba el paisano en la vida cotidiana; es decir, nos lleva a imaginar esa realidad de los objetos y del contexto de la vida de un campesino.  Pero hay más: cuando digo que nos muestra la Patria, me refiero a que nos despierta en las entrañas un sentimiento profundo.  Como una especie de nostalgia devenida de un entendimiento primario, cercano a la identidad misma; un grito que nace desde la raíz.  

Mientras iba adelantando la lectura, pensaba: “¡Sí, soy yo, lo estoy sintiendo!  ¡Sí, lo conozco!  ¡Sí, es mi Patria!”, mis orígenes gritaban desde lo hondo un pasado no recordado.  Una  inquietud desde los cimientos se despertaba, un mensaje difuso buscaba la cumbre.  Difuso pero cierto.  Difuso y vibrante.

Rilke, decía: “La verdadera Patria del hombre es la infancia”.  Aquí hay un acercamiento a la infancia a través de los sentidos, donde el autor, Ramón José Rodríguez, interviene y se desenvuelve con un lenguaje para nada inocente.  Allí actúa, en los sentidos.  La potencia de su decir nos acerca a la infancia propia, donde la percepción trabaja de manera natural.

Ramón José Rodríguez nos presenta sus relatos, sus descarnadas historias de campo en “Cuentos de un campesino”, su poesía clara en “Sentir de un paisano”, sus frases prudentes, precisas, en “Entrevero de un camarada”, y sus estrofas en “Cantos de un gaucho”.  

Nos adentramos en el campo, en la crudeza de la soledad, en lo real.  Lo real como opuesto a lo virtual; lo real como consciencia de la naturaleza, la del mundo y la intrínseca del hombre.  La justa, la misma.
Abramos de una vez la tranquera, agradezcamos esta vista panorámica de un campo que se descubre con la alegría de lo ya sabido.  Descubramos estos relatos a trasluz, en el espejo de nuestra Patria viviente.

                                                                                            Ana Maidana
                                                                                  Escritora y Coach Literario



Una literatura honesta, real, de la vida del campo.  Ese día no pude estar presente, pero puedo asegurar que habrá sido una presentación cálida y conmovedora, acorde a su lirismo.  Es un libro escrito con gran entusiasmo, el mismo con el que lo recomiendo. 

Cariños.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Hoy nos visita: Lautaro Franco

HUNDIDO

No lloren frente a esta piedra
no cubran de lamento el granito.
Mi epitafio debe ser claro:
«La muerte es un final feliz»

Basta de perforaciones en el alma
suficientes los días de amor esquivo.
El retiro del ser,
la paz mayor, la de no estar.

El fin de no dormir ni en sueños
de no descansar ni en reposo.
Surcos fundidos por lágrimas,
verticales a la sonrisa ausente.

Condenado.
El efecto que se resiste a su causa,
herido de vida,
muriéndome por morir.

Si tan solo volver a la nada
ninguna repercusión tuviera
los que me reclaman vida
de paz me llenarían.


Lautaro Franco


Cariños.

martes, 6 de diciembre de 2016

Presentación del libro "Proesía" de Lautaro Franco


El 1ero. de diciembre, Lautaro Francó presentó su libro, en la Sociedad Argentina de Escritores.  Tuve el gran placer de acompañarlo en ese momento cálido (como un abrazo), y prologar su obra:

Prólogo

«Proesía», la unión de Prosa y Poesía en lo inmediato, en la superficie.  Sus versos aparecen yuxtapuestos a sus relatos.  No es todo.  La suma se da como complemento y se descubre en el entramado: el autor, Lautaro Franco, imprime el relato poético en la búsqueda de la experiencia poética.  Va desde la poesía a la prosa y desde la poesía a la poesía, no como adicional, sino como condición de un relato que parte desde el hecho poético y no se despega.  Hace muy bien en nombrar «Proesía» a esta poesía inseparable, incluso, de su prosa.

Algunos aspectos: el pensamiento crítico en lo subyacente.  La filosofía pulsa en el relato, allí encuentra su espacio.  La poesía es la corriente subterránea, recorre la obra en su amplitud.

Ésta, su primera entrega, coloca a Lautaro Franco en un punto inicial muy alto en lo sensible, en lo que se dice desde lo hondo, en lo que sugiere el silencio.  Induce a la reflexión -sensible-, toca la fibra primal -en la hondura-, incita al lector a ser testigo -silencioso- y observador de sí mismo en la poesía clara.

«Todo es poesía, menos la poesía», decía Nicanor Parra. Aquí nos acercamos con palabras al vacío, a la pausa de su tiempo, al parecer de la belleza que se manifiesta a través del autor.  En la poesía de Lautaro Franco encontramos belleza: «Me pierdo en un mar / mi ubicación / vuela con las gaviotas. / Se me aparece / toda la luz de tu recuerdo».  Se revela lo inmenso de su mundo interior, como una advertencia de la vastedad que contiene.

Cuando hablo de hondura, me refiero a versos como estos: «El retiro del ser / la paz mayor, la de no estar».  Y en ese retiro del ser hay, paradojalmente, presencia.  La presencia de la ausencia, la ausencia de la construcción de sí mismo que corresponde al pasado, a los juicios del pasado, a las acciones del pasado.  Derrumbada esa presencia construida, queda el ser que solo está presente en el desierto.  Es presencia eterna.

Aquí el desafío: leer esta sumatoria y multiplicarla a la luz de unas palabras limpias que se montan en el caballo sagrado de lo poético.  Dejar que atraviese el campo y hacer un jugo exprimido con este fruto. Sin más retardo, vamos a dejar que este libro haga su trabajo.  Estamos a un paso de lo suyo, estamos a un paso de Lautaro Franco que también nos dice con palabras lúcidas: «Toma tu muerte y mírala / te va a hablar claro al oído».  



                                                                                 Ana Maidana
                                                                      Escritora y Coach Literario


Algunas postales del encuentro:










Versos potentes, una prosa que es una delicia.  Lautaro Franco, aquí lo afirmo, es una promesa que comienza a manifestarse, por fortuna.  Recomiendo "Proesía".

Cariños.