viernes, 23 de mayo de 2014

Una vida feliz 6: El recuerdo del goce

El año pasado subí una nota muy breve, se trataba de los elementos.  Podés mirarla acá.

Sólo veinte palabras y un video de menos de cinco minutos. ¿Por qué la recuerdo así? ¿Qué tiene o tuvo de diferente que no la olvido?
Sí, podría ser por las imágenes de estos chicos danzando con fuego.  Impecable.
Podría ser por la idea revolucionaria que fue para mí reconocer que en toda obra literaria -me arriesgo a decir toda obra- están presente los cuatro elementos.
También por la urgencia de equilibrar estos cuatro para lograr armonía, es una herramienta valiosa para un escritor si distingue los elementos, podría ser por eso.
Hay algo más: el goce.  El regocijo.  La conexión con el momento.  La satisfacción se transmite en cara, cuerpo, movimiento, mensaje, instrumento.  Es lo único que hay, se ve goce en todas partes, vibra en todo.

Sí, por eso recuerdo esta nota: la felicidad de los chicos.  Al ver tanta felicidad en ellos, fui feliz también.
Entonces, aquí viene la pregunta: ¿Cuáles son mis recuerdos felices? ¿Cómo es que no los traigo a la mano todos los días?

"Por más a menudo que los evoquemos, los recuerdos felices jamás se marchitan" decía Labbie Fudin

Te propongo recordar tus momentos de felicidad y utilizarlos como fuentes de poder emocional.  No para recordar "lo que alguna vez fue y ya no es", de ser así nos darían tristeza los recuerdos felices y los recuerdos dolorosos también.  Entraríamos en un juego melancólico deprimente.

Hoy propongo tomar el recuerdo feliz como energizante, para re-sentir esa felicidad.  Es más fácil generar momentos dichosos si estamos dispuestos y dirigidos.

Probemos.  Voy a probar, después te cuento.




Cariños.



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