viernes, 22 de enero de 2016

#34 Hábito: Utopía


"Llamóla Utopía, voz griega cuyo significado es no hay tal lugar".  Quevedo.

Gracias a esta experiencia, me animo a hacer algunas declaraciones cerradas que están fundamentadas por mi experiencia y mi interpretación de esta experiencia de "#50 Hábito".  Antes de proseguir, quiero recordarte esto: es solo mi opinión.  Y una opinión es apenas una interpretación de lo acontecido, puede haber muchas otras experiencias y muchas otras interpretaciones sobre esas mismas experiencias.

Digo que son "aprendizajes", aunque todavía no puedo confirmar si fueron reales aprendizajes, al menos conclusiones racionales.

En un primer momento me negaba a preparar material que no fuera a ser presentado el mismo día, pero después me di cuenta que no tenía nada de malo responsabilizarme por los días que sabía no iba a tener tiempo.  Tenía en claro que quería generar el hábito de dedicarle tiempo diariamente pero si algún día no podría hacerlo estaba muy bien que me hiciera cargo de eso, y entendí que ser estricto es también ser flexible.  Aprendí que me convenía estar atenta a lo que quería lograr y no a otras cuestiones que se suscitan.

Aprendí que no todos los días voy a tener algo increíble para decir.

Aprendí que cuando estoy dispuesta, el Universo es abundante.

También aprendí que se trata de una manera de ser y no de hacer (aunque ser sea hacer, comienza en la creencia de ser, no con el accionar sin fe).  Lo mejor de todo es que ya tengo la respuesta a la pregunta del pajarito.  La pregunta era :"¿El pajarito está contento porque canta o canta porque está contento?".  El pajarito canta porque está contento.  Si no estuviera contento, no sería posible cantar, no podría hacerlo.  Toda acción deviene del ser, si no soy la acción se cae.  Si no estoy contento, voy a dejar de cantar.  Si no creo que soy, voy a dejar de hacerlo.

Cuando se me hacía muy fácil, llegué a reprochármelo.  Había un pensamiento (pre-existente) que me marcaba la falta de esfuerzo como algo negativo.  Probablemente desde la creencia de que "todo cuesta" (y asociada a que si eso es bueno, cuesta).  No podía creer con qué facilidad iba encontrando el espacio para subir la nota del día y hasta llegó a darme bronca cuando tenía los días cubiertos, como por ejemplo, cuando subía un texto por capítulos.

El momento de subir la nota iba variando pero siempre estuvo determinado ese momento que utilizaría al comienzo del día.  Cuando arrancaba tenía en claro que si durante el día iba a estar muy ocupada, era preciso que la subiera a primera hora.  Si sabía que durante la noche iba a poder dedicarle el tiempo, lo dejaba para la última hora del día.

Después me dí cuenta que si se iba a tratar de un hábito, iba a tener que darle un lugar específico, especialmente dedicado y que no quedara librado al azar, sobre todo porque en pocos días iba a cambiar mi rutina y necesitaba seguir dedicándole el espacio.  Por eso elegí DISCIPLINARME al día #24.  Tal vez fue la mayor revelación de este desafío para mí: Si se quiere anclar un hábito, que sea a la misma hora.

Ese día puedo reconocerlo como un día clave.  El día #24 decidí que la última hora del día era para el blog.  Ese día percibí que me había deshecho de algunas creencias  como "no tengo tiempo todos los días" o "algún día no voy a poder hacerlo".

Descubrí que siempre termina teniendo importancia lo importante.

Ese mismo día, conseguí disciplinarme y causalmente retomé mi novela postergada.  Hace varios años que estoy con una novela en proceso: "Carmelo".  La había postergado mucho tiempo, la miraba de a ratos, continué con otra novela y ahora la retomo con profunda pasión.

Gracias a todos los que me agregaron "a sus círculos" y gracias a los de siempre.  No sé si aprendí realmente todo esto, algo habrá quedado en la zaranda.


Me voy a dormir.  Los abrazo y hasta mañana.

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