jueves, 27 de marzo de 2014

Tao

En el post anterior "Feelings on" nombré a Carl Gustav Jung.
Aquí les comparto una parte de su libro "Sincronicidad", donde habla de Tao según Wilhelm.
Es una interpretación maravillosa que involucra tanto a los que creen en la existencia de Dios, como a los que no creen:

Una de las ideas centrales y más antiguas de la filosofía china es la de Tao, que los jesuitas tradujeron como "Dios".  Pero esto sólo es válido para el pensamiento occidental.  Otras traducciones como "providencia" o similares son meros sustitutos provisionales.  Richard Wilhelm lo interpreta brillantemente como "significado".  El concepto de Tao impregna todo el pensamiento filosófico de China.  La causalidad ocupa la posición suprema que tiene entre nosotros, pero cuando ha adquirido su importancia ha sido en los dos últimos siglos, gracias a la influencia niveladora del método estadístico, por una parte, y, por la otra, al éxito sin par de las ciencias naturales, que tiró por tierra la concepción metafísica del mundo.

Lao-Tsé da la siguiente descripción del Tao en su famoso Tao-Te King.

Hay algo sin forma, aunque completo, que existe antes que el cielo y la tierra.
¡Qué apacible! ¡Qué vacío!
No depende de nada, no cambia, lo impregna todo, es infalible.
Uno puede considerarlo como la madre de todas las cosas que existen bajo el cielo.
No conozco su nombre; pero le llamo "significado"
Si tuviera que darle un nombre, le llamaría "El Grande"

(Cap. XXV)

El Tao "cubre las diez mil cosas como una vestidura; pero no pretende mandar en ellas" (Cap. XXXIV)
Lao-Tsé lo describe como "Nada", con lo que, según Wilhelm, sólo quiere manifestar su "contraste con el mundo real".  Lao-Tsé describe así su naturaleza:

Ponemos treinta radios juntos  y lo llamamos rueda; pero la utilidad de la rueda depende del hueco donde no hay nada.
Amasamos la arcilla para hacer una vasija; pero la utilidad de la vasija depende del hueco donde no hay nada.
Horadamos puertas y ventanas para hacer una casa; pero la utilidad de la casa depende de esos huecos en los que no hay nada.

Por eso al aprovecharnos de lo que es, deberíamos reconocer la utilidad de lo que no es. (Cap XI)
Nada es, evidentemente, "significado" o "propósito" y se le llama "nada" porque no se manifiesta a sí misma en el mundo sensible, del que es su organizadora.

Lao-Tsé dice:

Porque el ojo mira y no puede vislumbrarlo, se le llama escurridizo.
Porque el oído escucha y no lo oye, se lo llama esotérico.
Porque la mano lo busca y no lo encuentra, se le llama infinitesimal. 
Estas son las formas amorfas, formas sin forma, vagas apariencias.
Ve hacia ellas y no verás ningún semblante; ve tras ellas y no verás su espalda.

(Cap. XV)

Wilhelm lo describe como "una concepción límite situada en el extremo del mundo de las apariencias." En él, los contrarios, compensan la "no discriminación"; pero siguen estando presentes en potencia.  "Estas semillas",continúa, "apuntan hacia algo que corresponde primero a lo visible, es decir, algo semejante a una imagen; en segundo lugar a lo audible, o sea, algo así como las palabras; en tercer lugar a la extensión en el espacio, esto es algo con forma.  Sin embargo, estas tres cosas no están claramente distinguidas o definidas: son una unidad no espacial y no temporal, que no tiene parte superior ni inferior, ni anterior ni posterior."

Como dice Tao Te King:

Inconmensurable, impalpable, sin embargo, hay formas en él; impalpable, inconmensurable, sin embargo hay entidades dentro de él.
Insubstancial y sombrío.

(Cap. XXI)


Hipócrates dice:

"Hay una corriente común, una respiración común, todo está en simpatía.  El organismo en pleno y cada una de sus partes trabajan conjuntamente con el mismo propósito... el gran principio llega hasta la parte más remota y de ésta regresa al gran principio, a la naturaleza única, que es y que no es".




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