"La infancia transcurre entre sonidos, olores e imágenes, antes
de llegar la edad oscura de la razón”. JOHN BETJEMAN
Aquí van las reglas del juego:
a) Cada participante elegirá una de estas actividades, preferentemente la que más disfrutaba cuando era chico. Se elegirá una actividad por vez.
1.-Imaginar historias.
2.-Inventar juegos con lo que tenías al alcance.
3.-Hacer figuras con plastilina.
4.-Pintar con témpera, dibujar con crayones.
5.-Comer golosinas, andar en bicicleta.
6.-Leer cuentos, o que te los lean.
7.-Jugar en los juegos de la plaza: hamaca, tobogán.
8.-Jugar a la mancha, a la escondida.
9.-Jugar a saltar la soga, al elástico.
10.-Jugar con un álbum de figuritas.
11.-Jugar con las muñecas, autitos, tomar el té.
12.-Trepar árboles, medianeras y terrazas.
b) Cada jugador elegirá un momento dentro de los siguientes tres (3) días para hacerlo. Puede buscar en su agenda un momento libre, que de ahora en más lo llamaremos "recreo".
c) La duración del recreo varía de acuerdo a lo que esté dispuesto a dedicarle el jugador (se recomienda entre quince y treinta minutos).
d) El jugador puede hacerlo acompañado de hijos, amigos, parientes cercanos o lejanos.
e) Cuando comience el recreo es importante apagar los celulares.
f) Cada jugador compartirá en este post la experiencia de encontrarse con el niño que era (y sigue siendo). Puede contarnos qué sucedió en ese momento de explosión creativa, de disfrute, de presencia. Contarnos qué descubrió cuando volvió a ser chico. Cómo eran los sonidos, aromas, imágenes.
g) Puede repetirse cuantas veces quiera.
¡Un abrazo y espero ansiosa tus comentarios!
Esta es la nota más visitada, teniendo en cuenta las últimas 15.
ResponderEliminarYa elegí mi actividad, en un rato les cuento cómo me fue.
¿Y vos ya elegiste tu actividad? ¿Ya lo hiciste? ¿Y cómo te fue?
Pinté con mi marido, Tincho y mi hija Tutti. Pintamos algo así como media hora, un poquito más. Este dato me lo pasó Tincho, no me dí cuenta de la hora. Al principio me costaba un poco dejar de pensar en "temas de grandes", hasta que empecé a pintar un árbol azul, ahí me di cuenta que estaba jugando. Los "temas de grandes" venían como flashes, peleaban por existir. Pero caían derrotados por las pinceladas "incoherentes". Cuando estaba dibujando demasiado prolijo, Tutti intervenía con sus colores en los míos, enseñándome cómo se hace, recordándome lo espontáneo. Canté, saqué la lengua cuando quería precisión, recordé que siempre dibujaba árboles y soles. Y me fui al jardín, a la salita de 5. Las mesitas bajas y redondas, las sillitas de madera amarillas, mi guardapolvo a cuadritos... hermoso.
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