martes, 3 de diciembre de 2013

Escritores suicidas y sus últimas palabras.

En la nota anterior cité un gran libro de Hemingway.  También conté que este maravilloso escritor se había quitado la vida con un disparo de escopeta en su cabeza.

Esto me invitó a reflexionar acerca del libre albedrío y la posibilidad de la muerte autoinfligida.
Alguna vez escribí un cuento, titulado Para la autodestrucción, y se ve que es un tema que me conmueve.
Busqué las notas de algunos escritores que dejaron sus últimas palabras, encontré esto:







Alfonsina Storni
"Voy a dormir."
Método: Se arrojó al mar.




Alejandra Pizarnik
“No quiero ir nada más que hasta el fondo”
Método: Ingirió 50 pastillas de un barbitúrico







Sylvia Plath
"Llamad al doctor Holder"
Método: Metió la cabeza en un horno y se asfixió con gas.




Césare Pavese
"Perdono a todo el mundo y pido perdón a todo el mundo, ¿de acuerdo? No cotilleéis mucho, por favor."
Método: Ingirió doce sobres de somníferos.





Yukio Mishima 
A su mujer:
"La vida es breve, pero yo desearía vivir por siempre"
Método: Tras fracasar en un golpe de estado, llevó a cabo el seppuku.



Leopoldo Lugones
"No puedo concluir la Historia de Roca. ¡Basta! Pido que me sepulten en la tierra, sin cajón y sin ningún signo ni nombre que me recuerde. Prohíbo que se dé mi nombre a ningún sitio público. Nada reprocho a nadie. El único responsable soy yo de todos mis actos".
Método: Tomó una mezcla de whisky y cianuro.





Nicholas Vachel Lindsay
"Me intentaron atrapar, ¡pero yo los atrapé primero!"
Método: Tomó una botella de un producto limpiador.



Paul Celan
Subrayó estas palabras de su biografía: 
"A veces este genio se vuelve oscuro y se sumerge en el pozo amargo de su corazón."
Método: Se arrojó al Sena 


Reinaldo Arenas
“Queridos amigos: debido al estado precario de mi salud y a la terrible depresión sentimental que siento al no poder seguir escribiendo y luchando por la libertad de Cuba, pongo fin a mi vida. En los últimos años, aunque me sentía muy enfermo, he podido terminar mi obra literaria, en la cual he trabajado por casi treinta años. Les dejo pues como legado todos mis terrores, pero también la esperanza de que pronto Cuba será libre. (...) Pongo fin a mi vida voluntariamente porque no puedo seguir trabajando. Ninguna de las personas que me rodean están comprometidas en esta decisión. Sólo hay un responsable: Fidel Castro. Los sufrimientos del exilio, las penas del destierro, la soledad y las enfermedades que haya podido contraer en el destierro seguramente no las hubiera sufrido de haber vivido libre en mi país”. 
Método: Cóctel de alcohol y pastillas.


Emilio Salgari
Escribe 3 cartas, una a sus editores: 
"A vosotros, que os habéis enriquecido con mi piel, manteniéndome a mí y a mi familia en una continua semimiseria o aún peor, sólo os pido que en compensación por las ganancias que os he proporcionado, os ocupéis de los gastos de mis funerales. Os saludo rompiendo la pluma. Emilio Salgari."
Método: Utilizó el rito japonés del seppuku, abriéndose el vientre con un cuchillo.


Virginia Woolf
A su marido:
"Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a oír voces, y no puedo concentrarme. Así que hago lo que me parece lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. Creo que dos personas no pueden ser más felices hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí tú podrás trabajar. Lo harás, lo sé. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a ti. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirlo —todo el mundo lo sabe. Si alguien podía haberme salvado habrías sido tú. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo. No creo que dos personas pudieran ser más felices que lo que hemos sido tú y yo. V"
Método: Se puso su abrigo, llenó sus bolsillos con piedras y se lanzó al río Ouse cerca de su casa.


Guy de Moupassant
"Tengo miedo de mí mismo, tengo miedo del miedo, pero, ante todo, tengo miedo de la espantosa confusión de mi espíritu, de mi razón, sobre la cual pierdo el dominio y a la cual turbia un miedo opaco y misterioso"
Método:  Se degolló con la navaja de afeitar.



Marta Lynch
"Perdóname. Te quiero y te he querido siempre, pero no puedo seguir viviendo de esta manera"
Método: Se disparó un tiro en la sien, con un calibre 32.


Hunter Thompson
"Se acabó la temporada
No habrá más juegos. No habrá más bombas. Ya no andaré más. Ya no habrá más alegrías. Ya no nadaré. 67. Eso es diecisiete años después de los cincuenta. Diecisiete más de los que necesitaba o quería. Aburrido. Siempre he sido enojón. No hay alegría. Para nadie. 67. Te estás volviendo avaricioso. Actúa tu vejez. Relajate. Esto no va a doler."
Método: Se disparó en la cabeza.

Sergéi Essenin
"Hasta pronto, amigo mío, hasta pronto,
querido mío, te llevo en el corazón.
La separación predestinada
promete un nuevo encuentro.
Hasta pronto, amigo mío, sin gestos ni palabras,
no te entristezcas ni frunzas el ceño.
En esta vida el morir no es nuevo
y el vivir, por supuesto, no lo es."
Método: Se ahorcó.



John Kennedy Toole
La madre destruye la nota
Método:  Puso un extremo de una manguera de jardín en el tubo de escape de su coche y el otro en la ventanilla del conductor




Horacio Quiroga
No dejó una nota
Método: Tomó un vaso de cianuro.







Y luego, el silencio.  Cariños.

6 comentarios:

  1. La verdad que el pos me a parecido genial, gracias por compartirlo...
    Te invito a pasear por mi Psicotropico mundo y ya me cuentas que tal. Un salud
    http://elpsicotropicomundodemimente.blogspot.com.es/

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  2. Gracias Facundo. En un rato paso a visitarte. Cariños.

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  3. Que lindo trabajo nos has hecho deleitar... Muchas Gracias

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