viernes, 18 de octubre de 2013

Feliz día a todas las madres y "Cuidado Lázaro".


Es que, chicas, nadie nos enseña a ser mujeres, amigas, trabajadoras, amas de casa, esposas, madres.
De alguna forma podría sentirme identificada con un estilo de madre, pero no me pasa eso.  
Con una manera de hacer y decir.  Mmmtampoco, no me pasa eso de creer que soy una madre así de esa manera o de esta otra.  Soy autoritaria, a veces.  Soy liberal, a veces.  Soy besuquera, a veces.  Soy generosa, a veces.  Soy miedosa, a veces.  Soy desconfiada, a veces.  Soy divertida, a veces.  Soy estricta, a veces.  Soy despistada, muchas veces.  

Y hasta me sucede que tengo emociones opuestas en el mismo momento.
Estoy trabajando y estoy orgullosa de mostrarle el valor del trabajo, contenta por aportar a su crecimiento, feliz por darle el ejemplo de una mujer que busca y no se queda quieta.  Pero al mismo tiempo, exactamente en el mismo momento, también siento culpa cuando me mira y le digo:-"Ahora no, mamá está trabajando".  
Entonces, me persigue todo el tiempo la pregunta: ¿Estaré haciendo bien?.
Le pongo un límite, ¿Estaré haciendo bien? ¿Este límite lo necesita para crecer o le estoy cortando las alas? Le hablo fuerte, ¿Estaré haciendo bien? ¿Si le digo lo mismo de otra forma no me hace caso? ¿Probé otras formas? Otra vez la culpa.

Nadie me enseñó hasta dónde, improviso, me sorprendo de mí y de ella, claro.  Vacilo, es que no sé si lo que estoy haciendo puede lograr que su vida sea placentera.  
¿Y hasta dónde la cuido? 
¿Hasta dónde intervengo? 
¿Hasta dónde? 
¿Hasta dónde? 
Esa línea que marca el límite entre ella y yo, entre su vida y mi vida, entre lo que le pasa y no lo puedo evitar.  Esa linea, a veces, la veo muy claramente.  Otras se me pone borrosa.  Ahí es cuando dudo.  Cuando no sé y no sé y busco dentro mío y hago según mi intuición.


A veces me pasa que esa duda perdura y aunque siga mi corazonada me persigue un reflejo de incertidumbre.
Entonces la amo.  Cuando la amo, siento que va a estar bien.  Que ese instante es perfecto.  Que no puedo evitar su dolor.  Y que mi necesidad de control es por el miedo a que le pase algo que le duela.  Sí, soy madre, prefiero que me corten un brazo antes que le duela algo a mi pinina.  Cuando la amo acepto que aunque le diga cinco veces que se baje de ahí que se puede caer, ella se va a subir, y se sube igual si lo elije.  Y si se cae, voy a correr como una loca para abrazarla, porque cuando llora no hay mejor refugio que mis brazos. 
Ella lo sabe.  También sabe que hago lo mejor que puedo con lo que tengo y su presencia me transforma.  Todos los días.


FELIZ DIA A TODAS LAS MADRES.



CUIDADO LAZARO.

No corrás Lázaro, mirá para adelante cuando caminás… te vas
caer. Vení Lázaro agárrame la mano, no corrás. Quedate quieto
Lázaro, dejá de saltar.
Vení Lázaro que te abrocho la campera. Pará Lázaro, hace frío y te vas
a enfermar. No te saqués la ropa, levantate del piso que está frío. Lázaro
atendeme cuando te hablo, dejá de gritar Lázaro, no grités.
Dejá eso, levantate que te ensuciás la ropa. Lázaro te estoy hablando,
te estás ensuciando todo.
Andá a la hamaca Lázaro, hamácate un rato. Agarrate fuerte Lázaro,
no te vayas a caer. Así no, Lázaro, despacio. ¿Querés dar la vuelta entera?
Más despacio, Lázaro.
¿Adónde vas? No corrás. Dejá eso que te vas a lastimar, dejá eso.
Vení, vamos a cruzar la calle, esperá un poco Lázaro, agarrame la
mano. Prestá atención. ¿No ves que vienen autos? Ya cruzamos. Cuidado
con el perro, no lo toqués.
Tomá el chupetín, esperá que te lo pelo. Agarralo bien que no se te
caiga.
Vamos a cruzar rápido. No corrás con el chupetín en la boca. Lázaro
vení acá.
Lázaro haceme caso, dejá ese chupetín que se te cayó, está todo sucio.
Dejá ese perro.
Traelo Lázaro, dámelo, no llorés… no llorés, ahora te compro otro. No
llorés Lázaro, portate bien… tenés toda la boca pegajosa. Los nenes buenos
se portan bien. Lázaro dejá de llorar.
Mirá como el perro se come el chupetín.


de mi libro <<Manzanas Maduras y otros Relatos.>>, año 2009.

Abrazo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario