domingo, 8 de abril de 2018

HOMO LUDENS - El hombre que juega


Homo Ludens de Huizinga.  Año 1938.

En la introducción de este maravilloso libro, Huizinga nos cuenta cuál era la cuestión:
"La cuestión era ésta: escribir el libro ahora o no escribirlo nunca.  Escribir acerca de algo que me era entrañable.  Y me decidí a escribirlo".

Y gracias Huizinga por haberlo escrito.

Aquí, un extracto cuando habla de juego y poesía:

Si se considera que lo serio es aquello que se expresa de manera consecuente en las palabras de la vida alerta, entonces la poesía nunca será algo serio.  Se halla más allá de lo serio, en aquel recinto, más antiguo, donde habitan el niño, el animal, el salvaje y el vidente, en el campo del sueño, del encanto, de la embriaguez y de la risa.  Para comprender la poesía hay que ser capaz de aniñarse el alma, de investirse el alma del niño como una camisa mágica y de preferir su sabiduría a la de un adulto.  Nada hay que esté tan cerca del puro concepto de juego como esa esencia primitiva de la poesía, tal como Vico la comprendió y expresó hace más de doscientos años.


Este viernes, en el taller para escritores en la SADE, vamos a jugar.

Cariños.
 










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