Paseando por el centro de visitantes Yvyrá retá (el país de los árboles), encontré la respuesta a mis
preguntas.
Esta fue la primer frase que encontré en el camino:
¿Y cómo se interpreta esto? Parece una frase sencilla, como
aquella principesca, “lo esencial es
invisible a los ojos”, una de esas que van directo al cajón de “trilladas”, las guardamos en la obviedad y no ofrendamos un segundo más para re-significar,
para re-direccionar al cajón de “?”.
Vuelvo a leer esta frase de Atahualpa.
Me late el corazón diferente cuando la leo.
La vuelvo a leer.
Quiero “Ver” qué es lo que esta frase guarda para mí.
No lo encuentro en el momento, así que sigo recorriendo este
centro de visitantes mientras me digo que si el mensaje tiene que
llegar a mí, lo va a hacer de diversas formas y cuando lo pueda “ver”, será un
Eureka formidable.
Sigo el recorrido y algunos carteles llaman mi atención y
podía sentir como todo tenía un sentido muy lógico, todo estaba atado por un hilo dorado.
La noche como incertidumbre, los murciélagos como obstáculos,
lo que me devora y me chupa la sangre, me atemoriza.
La incertidumbre no es ni buena ni mala, el murciélago
cumple su función, atiende a su juego, es vital que me devore, lo necesito para
transformarme, en un juego progresivo y en espiral ascendente.
En este juego el agua va y viene, inunda y modifica,
transforma, desgarra, mantiene con vida y conserva. Nada es inmutable, el agua apaga la sed,
también ahoga. Cumple su función de
acuerdo a un ritmo universal, a una danza entre la luna y su atracción fatal,
el agua responde a un hechizo, ¿Qué es lo que me hechiza? ¿Qué es lo que me
atrae de mi misma? ¿Qué es lo que me aleja?
¿Qué me atrae? Eso mismo, hacer con otros me atrae, eso es
lo que quiero, me atrae la fusión, compartir, alivianar, disfrutar. Como estas bichas que juntas pueden avanzar y
atrapar cualquier objetivo, además colaborar con otras especies. Perciben
que hay para todos, que la naturaleza es abundante. Hacer con otros, ser con otros, ser otros,
otros. ABUNDANTE.
Hasta aquí fueron meras
interpretaciones mías, deliberadas relaciones subjetivas. Cuando de pronto, sentí que me hablaba a mí
y a mi Tierra sin Mal que tanto deseo.
¿Y cómo lo logro?... Aprovechando
TODAS las oportunidades:
Volví a la frase pujante “ver la
Tierra”. Gracias Pacha, gracias universo
por esta nueva oportunidad.
La Tierra, TU Tierra, es más de lo
que crees ver, incluso te puede dar todas las respuestas.
Te veo pronto.
Te veo pronto.
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