ENEMIGOS
El enemigo enfermó gravemente y se iba a morir. Entonces, el Otro le visitó.
-Vine a pedirte que no te mueras -dijo-. ¿Qué voy a hacer sin ti?
-No te preocupes -respondió el moribundo-, mi fantasma te perseguirá siempre.
-Adiós -dijo el visitante y pensó, aliviado, que su enemigo, ni siquiera con la muerte, descansaría en paz.
AMORES
-Pero yo no soy Dulcinea sino Aldonza.
-Y yo no soy Don Quijote sino Alonso Quijano.
-Entonces, nunca me amarás: de veras.
-Hay una solución.
-¿Cuál?
-Que seamos Dulcinea y Don Quijote.
MICROCUENTO CON MICROANÉCDOTA Y MICROPOEMA INCLUIDOS
La niña preguntó a Bécquer:
-¿Y el poema más corto del mundo?:
-Consta -dijo- de una sola estrofa, un solo verso, una sola palabra, una sola sílaba:
"Tú".
DE LAS TRAICIONES POSIBLES
En el centro de la noche, sonó el teléfono como un alarido. La esposa miró al esposo. El esposo miró a la esposa.
DE SANTOS Y CRIMINALES
Un santo varón vivía en una choza, al borde de una quebrada. Era santo y sabio y, por lo mismo, pobre y solo.
Un día, un muchacho violento interrumpió en la choza con el propósito de matarlo.
El santo le dijo:
-Espera, cuando yo tenía tu edad asesiné a un santo y me quedé en su choza. ¿Quieres repetir esta vida que tengo?
ANHELOS
La desdicha le dijo a la felicidad:
-¿Te acuerdas de esa frase persa: "Y esto también pasará"? Es mi sueño: que el tiempo pase.
La felicidad le respondió:
-Yo, en cambio, no quiero que se muevan los relojes. Que no se agite ni una hoja. Que cada instante sea eterno. Como ves, esa es mi desdicha.
ARTISTAS
-Eres un artista tan torpe que yo nunca haría una obra como la tuya.
-Pues ya la has hecho -dijo el otro.
ESPERAS
Se sometió a una dieta rigurosa, adelgazó y fue en vano. Se hizo unas cuantas cirugías y su rostro adquirió cierta belleza, plástica por supuesto. Cambió su trabajo y amistades y nada pasó. Soledad. Pura soledad. El príncipe azul no asomaba por ninguna parte. El amor parecía rehuirla.
Ya resignada, se dejó ser.
Entonces encontró, en la muchedumbre humana, a su princesa azul.
ANSIEDAD
La ansiedad le dijo a la esperanza:
-Haría cualquier cosa por cambiar mi existencia por la tuya.
-No puedes -dijo la esperanza-, sólo existes porque yo existo. Eres mi sobrina. Mi yo desesperado.
HISTORIA UNIVERSAL
-¿Cómo podemos nosotros, los Buenos, vencerlos a ustedes, los Malos?
-Volviéndose Malos -respondieron ellos.
-Pero entonces, ya no seremos Buenos.
-Todo lo contrario. Seguirán creyéndose Buenos con más fuerza.
EL VENDEDOR DE SUEÑOS
El hombre vino muy contento. Atravesó la estrecha antesala, a grandes pasos, sin mirar a nadie.
-Creo que no respetó su turno -dijo el vendedor de sueños del otro lado de su escritorio. En realidad, afuera sólo espera un hombre que leía un periódico.
-Sólo le robaré un segundo. Quiero agradecerle por un sueño que me vendió hace un año.
-Ah, se le cumplió ¿No?
El vendedor de sueños quiso disimular su sorpresa mirando el viejo mapa mundi puesto en su escritorio, debajo del vidrio que cubría el tablero.
-No. De ninguna manera. Si se cumplieran no fueran sueños -respondió su cliente.
-Entonces, no me debe nada.
-Le debo la gratitud -dijo el otro-. Cuando me vendió ese sueño estaba tan desesperado, que lo necesitaba como una medicina.
-Hay personas que compran la lotería sólo para pasar unmal rato y en el día del sorteo hasta se olvidan de ver los números premiados.
-Sí, algo como eso.
El vendedor de sueños pensó en que muy pocos clientes pagaban algo por los sueños que les vendía. Y, en cambio, no faltaban quienes se creían burlados y le reclamaban molestos.
-Gracias también. Estaré a sus órdenes cuando me necesite.
-Dígame, este trabajo suyo debe ser su sueño cumplido ¿No?
El vendedor de sueños sonrió en silencio. Pero, por detrás de sus lentes cuadrados, su mirada fatigada parecía decir:
-No. Todo lo contrario. Es mi pesadilla.
Estos microcuentos fueron extraídos de "La Escala Humana" de Abdón Ubidia, Ed. El Conejo.
Cariños y hasta mañana.